Martinelli se muestra "triste" por las muertes y pide diálogo tras conflicto

  • El presidente panameño, Ricardo Martinelli, dijo hoy sentirse "triste" por las muertes y la violencia callejera derivada de la ley para privatizar la Zona Libre de Colón, que ya derogó, y reiteró la necesidad de consensuar un plan de desarrollo para esa región del país.

Panamá, 28 oct.- El presidente panameño, Ricardo Martinelli, dijo hoy sentirse "triste" por las muertes y la violencia callejera derivada de la ley para privatizar la Zona Libre de Colón, que ya derogó, y reiteró la necesidad de consensuar un plan de desarrollo para esa región del país.

"Como la mayoría de los panameños tengo el corazón triste. Triste por las vidas que perdimos, los heridos y los bienes saqueados", dijo Martinelli en un mensaje a la nación la noche de este domingo, horas después de que firmó la derogación de la polémica Ley 72.

El rechazo popular a la norma, aprobada el pasado día 19, generó un conflicto con saldo de tres personas muertas, entre ellas un menor de 10 años, decenas de heridos, cerca de 250 detenidos, comercios saqueados, propiedad privada y pública destruida, y pérdidas millonarias por un paro comercial y de transporte.

El gobernante dijo que los "responsables" de las muertes y la violencia "deben ser procesados por las autoridades", al tiempo que pidió a sus conciudadanos "recapacitar sobre lo ocurrido".

"Estas confrontaciones no se pueden permitir. Podemos derogar leyes, pero las vidas perdidas son irreemplazables", dijo el gobernante, un magnate de supermercados de 60 años.

Reclamó a los sectores políticos el no haber apoyado la llamada al diálogo realizada durante el conflicto por el Ejecutivo, que fue rechazado por los gremios comercial, sindicatos y grupos civiles que promovieron la protestas.

Los sectores políticos opositores "buscaron su propio interés, creando más violencia e incertidumbre. Promover la inestabilidad no contribuye al clima de paz que requiere el desarrollo de nuestro país", afirmó el gobernante, en sus primeras palabras al público tras el fin del conflicto.

"Nuestro país es grande, sus indicadores así lo demuestran (...) bajo ninguna circunstancia debemos poner en riesgo la estabilidad política o económica que nos caracterizan", advirtió Martinelli, en alusión al pujante ritmo de crecimiento del país, que llegó al 10,6 % del producto interno bruto en el 2011.

Martinelli, que defendió la polémica ley como buena, admitió que su Gobierno se equivocó al pensar que la norma "estaba consensuada".

"Por más buena que sea una ley, si el pueblo no la quiere, no sirve (...) por varios días, el diálogo propuesto por el gobierno, no prosperó. Lo entiendo. Existe una frustración y desconfianza acumulada, producto de 40 años de abandono", alegó.

El mandatario insistió en que, tras la derogación de la Ley 72, "el próximo paso" debe ser que el Gobierno y las fuerzas vivas de Colón busquen "un punto de encuentro y juntos" diseñen "un plan de desarrollo" para esa ciudad portuaria y puerta en el Atlántico del Canal de Panamá.

La Zona Libre de Colón, considerada la más importante del mundo después de Hong Kong, alberga más de 3.000 empresas, genera 30.000 empleos directos y aportes al fisco de 100 millones de dólares anuales, según su Asociación de Usuarios.

La misma fuente cifró en 6 millones de dólares diarios las pérdidas ocasionadas por el conflicto.

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