Francisco Martínez ha comparecido ante el juez del caso Villarejo para explicar los pormenores del espionaje que habría puesto en marcha el Ministerio del Interior para controlar a Luis Bárcenas. El exsecretario de Estado de Seguridad, que ha declarado cerca de tres horas y media, ha implicado en este operativo a su superior entonces, el exministro Jorge Fernández Díaz aunque ha defendido la legalidad del mismo. Según fuentes presentes en la declaración consultadas por La Información, el expolítico ha dicho que fue Fernández Díaz quien le facilitó el nombre de Sergio Ríos Esgueva. Se trata del chófer del extesorero del PP que acabó convirtiéndose en 'topo' del operativo al ser captado para sustraerle documentación clave sobre una presunta caja 'b' de la formación popular.
Las fuentes consultadas explican que Martínez ha asegurado que le consultó al exministro acerca de si era cierto que Ríos Esgueva era confidente policial a lo que éste le dijo que fuera a consultarlo con el exDAO Eugenio Pino. El entones número dos de la Policía, también imputado en la causa, le confirmó estos hechos. Cabe recordar que Ríos Esgueva explicó en su declaración ante el magistrado en enero del pasado año que comenzó a trabajar para el exgerente del PP en 2013, año en que arrancó esta operación parapolicial. Según dijo, en esos meses en los que el foco mediático estaba puesto sobre la figura de Bárcenas, empezó a notar seguimientos tanto cuando cumplía con su servicio como fuera de su jornada. Al denunciarlo le comunicaron que los que le seguían eran policías.
En esta ocasión y aunque Francisco Martínez había amenazado con tirar de la manta, tampoco ha arrojado mucha luz acerca de quien ordenó realmente iniciar este operativo al que, según ha dicho, nunca se refirieron con el nombre de 'Kitchen'. En relación los mensajes que le habría enviado Fernández Díaz y que éste último niega, ha barajado la posibilidad de que fueran un reenvío a su vez de terceros. No obstante los llevó ante dos notarios porque, según ha explicado, le dolieron las declaraciones que efectuó el extitular de Interior ante la prensa cuando fue imputado en la causa. En concreto, dijo que no tenía ni idea de lo que era esta operación, lo que motivó su enfado y su decisión de llevar las comunicaciones (en las que le hacía menciones expresas del operativo) al notario. A raíz de ello, Martínez advirtió que no quedaría como chivo expiatorio del asunto y que señalaría si hiciera falta incluso hasta al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Sin embargo, no ha habido ninguna referencia incriminatoria ni al líder del PP ni a María Dolores de Cospedal o su marido Ignacio López del Hierro, salpicados por esta trama.
"Era falso que no supiera nada"
De este modo Martínez, que solo ha respondido a las preguntas del magistrado y de su defensa letrada, ha ratificado lo mismo que anotó en su teléfono móvil, el cual fue incautado por los investigadores. El expolítico popular plasmó en diversos escritos que obran en el sumario de la causa que el partido le había dejado caer y que estaba implicado en este procedimiento por ser fiel a sus superiores. Ahora, en esta primera comparecencia ante el juez la cual se antoja clave para el devenir de la causa, insiste en que es "falso" que el exministro desconociera estos hechos. No obstante, ha matizado que el hecho de que él estuviera al tanto del operativo costeado con fondos reservados del Estado "no quiere decir que éste fuera ilegal".
Se trata de la segunda comparecencia en sede judicial del exsecretario de Estado tras su imputación el pasado mes de enero. Entonces se acogió a su derecho a no declarar aunque antes de verano solicitó al juez que a su vez recurriera al Consejo de Ministros para desclasificar información reservada. Una vez hechos los trámites, García Castellón le convocó para julio pero el exsecretario de Estado declinó ser interrogado por estos hechos. Finalmente, y tras levantarse el secreto de sumario de esta pieza séptima, bautizada como Kitchen, el juez ha dado un impulso a la causa y ha lanzado una batería de citaciones en el marco de las cuáles declara mañana el exministro.
Relación fluida con Villarejo
Fernández Díaz tendrá que responder a todas las claves que está dando hoy su subordinado, el cual también ha explicado ante el magistrado Manuel García Castellón que tuvo una relación muy fluida con Villarejo por orden de Fernández Díaz. De hecho, dice que, a su vez, el que habló bien del policía a la excúpula del Ministerio del Interior fue el recientemente fallecido Juan Cotino. Según ha apuntado, el que fuera director general de la Policía en los años previos al operativo les dijo ya en 2012 que Villarejo era un "tipo muy serio con mucha información". Con todo, también ha arremetido contra 'El Gordo'. Precisamente la imputación de Martínez se produjo por las revelaciones del exjefe de la UCAO el cual dijo en sede judicial que se compró un ordenador con fondos reservados para volcar la documental sustraída a Bárcenas y darle todo a Martínez.
Éste, por su parte, ha negado que recibiera de manos de El Gordo ni el ordenador que se custodió en la Comisaría General de Información ni ningún pendrive, sino que la documentación que se movió de este asunto fue en papel. Igualmente ha ratificado que Villarejo estuvo autorizado por la cúpula policial a derivar al CNI el resultado de las pesquisas que llevó a cabo mientras trabajó para la Dirección General Operativa (DAO). Con todo, ha insistido en que este operativo no tenía como finalidad sustraer material comprometedor que pudiera tener en su poder Bárcenas sobre el PP. Al contrario, ha asegurado que no fue ilegal y que el mismo tenía como finalidad averiguar la posible relación del extesorero con mafias extranjeras así como indagar si tenía testaferros que le gestionaran los fondos que ocultó en el extranjero.
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