Por la operación Kitchen

Martínez amagó con revelar a la cúpula del PP ante la orden de cuidar a Villarejo

Los mensajes requisados por la Policía apuntan a instrucciones concretas para proteger al comisario en plena operación de seguimiento a Luis Bárcenas.

Francisco Martínez
Martínez amagó con revelar a la cúpula del PP ante la orden de cuidar a Villarejo.
Europa Press

Las notas personales y los mensajes que Francisco Martínez fue enviando a su núcleo cercano en los últimos años podrían entenderse a día de hoy como una premonición de lo que estaba a punto de vivir por su implicación en el espionaje a Luis Bárcenas. Consciente de que la Audiencia Nacional acabaría por estrechar el  cerco a los presuntos responsables de la operación Kitchen, Martínez -exnúmero dos de Interior con el Partido Popular-no solo guardó escritos en su teléfono en los que dejó patente que sería "muy claro" ante el juez si acababa siendo citado, sino que además también amagó con destapar dentro del Ministerio quién estaba detrás de las órdenes precisas de "cuidar" a José Manuel Villarejo.

Así se desprende del auto del magistrado Manuel García Castellón por el cual acuerda imputar a Jorge Fernández Díaz en la pieza sobre la trama Kitchen. Aunque ambos altos cargos del Ministerio del Interior bajo el Gobierno de Mariano Rajoy tienen una cita clave a finales de octubre con los investigadores del caso, todas las miradas estarán puestas en Francisco Martínez. Su declaración suscita un interés especial no solo por lo que pueda revelar en sede judicial acerca del conocimiento que había en Génova sobre este asunto, sino también por todo el material que custodiaba en su teléfono y en el que hacía alusión continua a que él no era más que un subordinado que cumplía las órdenes de su superior.

Tanto es así que el auto del pasado viernes del magistrado recoge unos pequeños extractos de conversaciones telefónicas en las que Martínez amaga con destapar quién está detrás de todo esto. Destacan en concreto los mensajes que se cruzó con el entonces director de comunicación del Ministerio del Interior, Juan José Esteban, en febrero de 2017. "¿No hace falta k te recuerde quién metió a Villarejo en escena, no??", le preguntó el político y también abogado, a lo que su interlocutor respondió: "Está claro". "Y si quieres un día te cuento quién daba instrucciones sobre 'cuidar' a Villa... y en qué términos...", prosiguió Martínez. Hacía tres meses que había salido del Ministerio y todavía no había arrancado el caso Villarejo en la Audiencia Nacional pero Martínez parecía vislumbrar el escenario actual  y ya tenía muy claro que no iba a consentir quedar como el instigador de una causa de la que asegura que recibió "instrucciones muy concretas".

La confesión de Eugenio Pino

No es la primera vez que se escucha en el caso Tándem que había órdenes de proteger a Villarejo. El 28 de enero, el exDAO Eugenio Pino, también imputado por este operativo, acudió a declarar a la Audiencia Nacional junto con los exjefes policiales Agustín Linares (1986-1994) y Pedro Díaz-Pintado (1996-2004). Lo hizo a requerimiento del magistrado para que explicara las cartas en las que se apuntaba que la Policía conocía y se valió de los negocios privados de Villarejo. Aunque Pino siempre negó la existencia de la trama Kitchen, sí reveló ante los investigadores que Fernández Díaz le dio órdenes concretas de "no tratar mal" a Villarejo. Y lo hizo, según expuso, por mandato de Mariano Rajoy.

Con todos estos indicios no es de extrañar que la declaración de Martínez en sede judicial el próximo 29 de octubre se antoje crucial. Máxime porque se trata de la tercera vez en la que se le intenta interrogar después de que se acogiera a su derecho a no declarar en enero y de que decayera su citación para el pasado mes de julio. Ahora, con el material clave desclasificado en diversos Consejos de Ministros, Martínez podrá responder sobre todos estos aspectos que implican en mayor medida a la entonces cúpula del Partido Popular y contra la que se rebeló al constatar en sus notas de móvil que nadie del partido había mostrado el más mínimo interés en ayudarle tras verse salpicado por este operativo ilegal de espionaje.

  • "Tú sabes que yo lo que quise es ser leal y eficaz.... tal vez
    demasiado leal....", reza uno de los mensajes.

A falta de conocer el sumario cuyo secreto levantó el magistrado el pasado 7 de septiembre, los extractos de sus conversaciones recogidos en los escritos de Anticorrupción y del magistrado del caso Tándem evidencian no solo su intención de no quedar como "mártir" sino también su malestar con la cúpula del partido. "Y ya ves el Ministro... 'yo no sabía nada...'", escribió Martínez en otro de los mensajes intercambiados con Icíar Castro. Se refirió el político a las evasivas del exministro del Interior al ser preguntado por la imputación de su exnúmero dos. "Estuvimos en una piscina de tiburones" o "Es evidente que no valoré bien los riesgos" son algunas de las quejas que éste trasladó a su interlocutora, la cual le intentó tranquilizar respondiéndole que no era "un delincuente ni un corrupto".

32 GB de información

Sin embargo, si hay un aspecto que de verdad llegó a preocupar a Francisco Martínez fue la postura adoptada por Enrique García Castaño. El exmando policial y pieza clave en la red de Villarejo, decidió colaborar con las pesquisas contando todo lo que sabe no solo de esta red sino de los encargos que gestionó con el agente encubierto y que se investigan en otras piezas separadas de Tándem. En este caso y pese a la petición de diálogo del exsecretario de Estado, 'El Gordo' siguió la ruta marcada y contó al magistrado los detalles del operativo que ha terminado por salpicar hasta al expresidente del Gobierno. García Castaño confesó que se utilizaron partidas de los fondos reservados para comprar una pistola al que fuera chófer de Bárcenas y topo de la Policía Sergio Ríos Esgueva. También se pagó de esos fondos que controlaba Interior el ordenador en el que se volcó el contenido de dos teléfonos robados a Bárcenas y que se entregó a Martínez. 

Las confesiones y posterior ratificación de agentes de la UCAO terminaron con la imputación de Martínez en la causa. Pero hay más. Dos meses después de que el magistrado le citara como imputado, en marzo de este año, García Castaño volvió a la Audiencia Nacional. Allí leyó voluntariamente whatsapps de Martínez en los que advertía de que tenía material ante notario preparado para entregarlo al juzgado cuando hiciera falta. El magistrado ordenó entrada y registro en su domicilio justo un día antes de que se decretara el estado de alarma por la pandemia del coronavirus y los agentes se incautaron no solo de las actas notariales sino también de documentación en papel y de una memoria externa de 32 GB.

En su interior obraban todos los mensajes que ahora ven la luz y demuestran, como dice el juez, que el "centro nuclear" de la operación estaba en el Ministerio del Interior. No obstante, Martínez no se queda en este peldaño. Ya avisó a Eugenio Pino hace ahora doce meses que estaba preparando la artillería: "Probablemente él crea que implicándome a mí el asunto termina en mí y no 'escala'. Pero te garantizo que si yo tengo que declarar porque me implique GP (García Castaño) también irán JFD (Fernández Díaz) y probablemente MR (Rajoy)". Aunque el magistrado ha decidido apartar de la causa el contenido de su teléfono móvil, lo cierto es que Martínez tiene ahora la pelota en su tejado para desvelar el 29 de octubre quién orquestó la operación 'Kitchen'.

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