Martínez Tello presume del control del BdE en Bankia y niega presión a las cajas

  • El tribunal admite nuevos correos de Casaus de 2012 en los que advertía de la mala situación de la entidad antes de su colapso.
Jerónimo Martínez Tello antes de su comparecencia
Jerónimo Martínez Tello antes de su comparecencia

La última testifical del Banco de España en el juicio del caso Bankia ha cerrado filas en torno a la buena gestión del supervisor en el proceso de creación del grupo y salida a bolsa. El que fuera máximo responsable del departamento de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, ha apuntado en la línea de sus antecesores insistiendo, por un lado, en que el proceso de integración de las siete cajas en ningún momento se produjo por órdenes del supervisor sino que fueron ellas mismas las que optaron por esta vía, y por otro, en la gravedad de la crisis financiera que vino a dar al traste con las previsiones con las que contaban todos los protagonistas de este proceso.

Preguntado especialmente por el nacimiento del grupo, Martínez Tello ha asegurado que con la llegada de la crisis en 2008 estudiaron con detalle la viabilidad de las cajas, si bien el proceso de fusión fría como tal arrancó "de motu propio" desde las mismas para sobrevivir a la recesión. Las conversaciones iniciales incluían en este SIP a Caja Galicia y la CAM aunque el proyecto "se fue al traste". Finalmente se les comunicó que ya había acuerdo para el proceso de integración en el que el papel dominante lo ostentaba Caja Madrid, presidida entonces por Rodrigo Rato, de acuerdo con la versión prestada por el testigo, que ha puesto el acento en la complicada situación de Bancaja. 

De hecho, ha insistido en que la entidad valenciana presentaba "dos debilidades" que iban a hacer difícil la "travesía en el desierto" y eran su estructura financiera y el elevado porcentaje de riesgo inmobiliario que tenía en aquel entonces y que alcanzaba el 24%. Al respecto, se ha referido a varias reuniones mantenidas desde la cúpula del supervisor -en una de las cuáles participó él mismo- con José Luis Olivas en las que le pusieron sobre la mesa la mala proyección que tenían para ella, aunque desde la entidad valenciana no les hicieron caso, siempre según su versión. No obstante, Rato y Olivas mantuvieron encuentros que terminaron con la inclusión de Bancaja en este proyecto.

Al igual que han hecho otros directivos del departamento de supervisión, Martínez Tello ha recordado que el Banco de España se amparó en la credibilidad que otorgaba al plan de integración el hecho de que viniera respaldado por las firmas de Afi Y Deloitte; es más, ha asegurado que ese "aval" lo pidió el propio supervisor para mayor tranquilidad. No obstante, ante la insistencia de la Fiscalía Anticorrupción acerca de que el plan se quedó corto en lo que respecta a saneamientos, Martínez Tello ha insistido en que no fue fácil de prever el hecho de que el escenario de crisis fuera muchísimo peor al vaticinado en un primer momento. "Si ese marco dice que hay granito debajo y resulta que hay arcilla pues entonces el material que se ha vendido para granito no vale", ha respondido.

En lo que respecta a los controvertidos correos electrónicos internos que envió el inspector José Antonio Casaus en relación a la falta de saneamientos del grupo, que ascenderían a 16.000 millones de euros, Martínez Tello ha respondido en la misma línea que sus antecesores afirmando que las opiniones de los equipos donde se deben plasmar es en los informes de seguimiento, los cuáles, ha recalcado, venían firmados por el propio Casaus. Al respecto ha matizado que conoció la existencia de estas comunicaciones durante la instrucción de la causa y que los test de estrés que manejaba el supervisor "ni mucho menos" cuadraban con las cifras a las que hizo mención el inspector contrario con la salida a bolsa del grupo. 

Con todo, el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal ha decidido incorporar al procedimientoa petición de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), cuatro correos más de Casaus ya relativos a 2012 en los que se advertía de la mala situación Bankia apenas meses antes de su nacionalización. Entre las cuatro comunicaciones que ahora obran en el sumario de la causa y que fueron adelantadas por La Información, destaca una que Casaus envió a sus superiores Pedro González y Pedro Comín en la que se explicaba los pormenores del encuentro que mantuvieron inspectores del BdE con el propio Rato el 6 de marzo de ese año. Precisamente a esta cita hizo alusión Casaus en su testifical asegurando que sirvió para que el supervisor le comunicara sin ningún tipo de censura cuál era la situación real de la entidad a su entonces máximo responsable, el cual respondió que "estaba de acuerdo" con ese diagnóstico.

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