Mas aspira a atraer a votantes catalanistas del PSC "hartos" del tripartito

Barcelona.- El presidente de CiU, Artur Mas, ha asegurado hoy que en las próximas elecciones al Parlament aspira a atraer a numerosos votantes catalanistas del PSC, "hartos" del tripartito y que, pese a no identificarse plenamente con CiU, esta vez le apoyarán para propiciar un "cambio" político en Cataluña.

En una entrevista con la Agencia Efe, Mas ha explicado que conoce varias encuestas "no publicadas" que indican que "la principal bolsa votantes de otros partidos, que en estas elecciones pueden votar a CiU, proviene del PSC. Es gente desencantada, que ha votado al PSC otras veces y que en esta ocasión dirá basta" porque quiere evitar "un tercer tripartito".

Mas ha asegurado haberse topado por la calle con "muchísimos" simpatizantes socialistas que le confiesan que en otoño le darán la espalda al PSC, un hecho que a su juicio corrobora las afirmaciones del conseller de Educación, Ernest Maragall, que el pasado febrero dijo que la sociedad catalana se siente "fatigada" de tripartito.

Sus llamamientos a este tipo de electores no serán "agresivos": "A esta gente que ha votado al PSC y que ahora se plantea votar por el cambio no le pediremos que se identifique al cien por cien con CiU. No pretendemos hacer una OPA hostil. Simplemente les queremos decir que en este momento somos el vehículo del cambio en Cataluña", ha remarcado.

Convencido de que la reedición de la coalición PSC-ERC-ICV, en el poder desde finales de 2003, es "la única opción" que tiene José Montilla para permanecer en la presidencia de la Generalitat cuatro años más, Mas piensa explotar la imagen de CiU como "vehículo del cambio" para arañar votos entre el electorado tradicional del PSC.

Los votantes de perfil más catalanista del PSC, además, tendrán un aliciente añadido para decantarse por CiU en los comicios de otoño: un batacazo electoral del presidente catalán, José Montilla, podría propiciar, según ha vaticinado Mas, una convulsión interna en las filas socialistas, que afectaría a la actual cúpula y que podría devolver un mayor peso específico a los sectores 'maragallistas'.

"Si las elecciones catalanas no le salen bien a la actual dirección de la calle Nicaragua, el sector catalanista del PSC tendrá una oportunidad para replantear las cosas dentro de su partido", ha destacado.

Tras reconocer que "sería bueno" para Cataluña que hubiese cambios dentro del PSC, Mas ha evitado hacer un emplazamiento explícito a Antoni Castells, Ernest Maragall o Montserrat Tura -identificados con el sector más catalanista del socialismo- para que protagonicen un golpe de timón dentro de su partido.

"Cómo deben hacerlo, quién debe hacerlo y quién debe liderarlo llegado el momento son cuestiones que les corresponde resolver a ellos. Ni yo ni CiU debemos inmiscuirnos", ha puntualizado.

Además de recabar apoyos entre los votantes "desencantados" del tripartito y socialistas catalanistas decididos a emitir un voto de castigo a Montilla, Mas espera también "fidelizar al electorado de CiU", seducir a buena parte de los jóvenes que votarán por primera vez y movilizar a los abstencionistas contrarios al actual gobierno pero que en las últimas elecciones de 2006 se quedaron en casa.

Pese a que los últimos sondeos publicados señalan que CiU roza la mayoría absoluta en las próximas elecciones, Artur Mas no se fía: "La mayoría absoluta es posible, pero no probable", ha admitido.

Con sus 48 diputados actuales, ha argumentado Mas, CiU parte "desde muy lejos", a 20 escaños de la mayoría absoluta, por lo que su objetivo principal será impedir la reedición del tripartito y traer el "cambio" a Cataluña.