Más de 22.000 desplazados por el rebrote de violencia en el oeste de Birmania

  • Más de 22.000 personas, casi todos componentes de la comunidad musulmana, se han visto obligados a dejar sus hogares tras el rebrote el pasado domingo de los enfrentamientos entre musulmanes y budistas en la región del oeste de Birmania, informó hoy Naciones Unidas.

Bangkok, 28 oct.- Más de 22.000 personas, casi todos componentes de la comunidad musulmana, se han visto obligados a dejar sus hogares tras el rebrote el pasado domingo de los enfrentamientos entre musulmanes y budistas en la región del oeste de Birmania, informó hoy Naciones Unidas.

Según los datos aportados por el director de la ayuda humanitaria para Birmania de Naciones Unidas, Ashok Nigam, unas 22.587 personas se han visto desplazadas por la ola de violencia que azota el Estado Rakhine, también conocido como Arakan, de los cuales al menos 21.700 forman parte de la comunidad musulmana rohingya.

Miles de personas han abandonado sus casas en barca con dirección a la vecina Bangladesh y mientras otras han optado por dirigirse a los campos de refugiados instalados cerca de la capital de la provincia, Sittwe.

Desde que hace una semana la violencia entre ambas comunidades se encendiera de nuevo al menos 67 personas han perdido la vida y más de 4.600 casas han sido destruidas.

No obstante, el difícil acceso a la zona para los medios independientes y el férreo control de la información por parte de las autoridades hace que la cifra de víctimas mortales sea cambiante

La organización Human Rights Watch publicó ayer una fotografía satélite donde se apreciaba como el barrio musulmán de la ciudad de Kyaukpyu, en el estado Rakhine, era reducido a cenizas durante estos nuevos enfrentamientos, arrasando más de 800 viviendas

En un intento de evitar que se produzcan nuevos enfrentamientos entre la población musulmana y la budista, las autoridades mantienen el toque de queda en las aldeas de Mrauk U y Minbya, los dos lugares en los que comenzó la violencia que luego se extendió a otras localidades.

El Gobierno dio la orden hace dos días de enviar tropas de refuerzo a la región, en la que la ola de violencia que se desató el pasado 28 de mayo causó 88 muertos, la mayoría musulmanes de la etnia rohingya.

El detonante de aquella primera ola de violencia, durante la que también fueron destruidas 2.230 casas y unas 100.000 huyeron de las aldeas, fue el hallazgo del cadáver de una mujer budista violada y asesinada por tres musulmanes

Unos 800.000 musulmanes de la etnia rohingya habitan en Birmania, la mayoría en Rakhine, aunque las autoridades de este país de mayoría budista no les reconocen la ciudadanía y mantienen que proceden de la vecina Bangladesh.

Esta comunidad apátrida tampoco es reconocida en Bangladesh, donde unos 300.000 rohingya se encuentran hacinados en campos de refugiados.

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