Mas: Del pactismo a líder de una consulta soberanista con revés en las urnas

  • El presidente de la Generalitat y ganador de las catalanas de hoy, Artur Mas, ha pasado en una década de ser el tímido relevo de un hombre de pactos, Jordi Pujol, a convertirse en el líder de una pretendida consulta soberanista para la que hoy no ha logrado la "mayoría excepcional" que buscaba.

Jordi Font

Barcelona, 25 nov.- El presidente de la Generalitat y ganador de las catalanas de hoy, Artur Mas, ha pasado en una década de ser el tímido relevo de un hombre de pactos, Jordi Pujol, a convertirse en el líder de una pretendida consulta soberanista para la que hoy no ha logrado la "mayoría excepcional" que buscaba.

Tras haber sido presidente de la Generalitat con el mandato más corto de la historia (2 años), Mas había acudido a las urnas con el reto de obtener el apoyo más amplio posible para refrendar su proyecto de consulta popular sobre un Estado propio para Cataluña.

Amante de los desayunos frugales, muy trabajador y austero, Artur Mas i Gavarró (Barcelona, 1956), licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, se enfiló en la carrera sucesoria de Pujol en 1999, cuando fue nombrado secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC).

En 2001, el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, le nombró 'conseller en cap' tras pasar por las carteras de Obras Públicas y Economía para, justo un año más tarde, investirlo candidato de CiU, no con pocas reticencias por parte del otro aspirante, Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, que aquel año dejó el Govern al sentirse desbancado de la carrera sucesoria.

Cuestionado inicialmente por su falta de carisma, su porte serio y de gestor y su condición de "protegido" de Pujol, dos legislaturas en la oposición curtieron a Mas, ganándose la confianza y el respeto de los suyos como líder.

Siguiendo la estela pactista del "pujolismo", Mas quiso dar un golpe de efecto al cerrar en 2006 con el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los últimos flecos abiertos del Estatut que había impulsado el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.

El hito de recuperar el Govern de la Generalitat en las elecciones de 2010 catapultó la figura de Mas dentro de CiU, un partido acostumbrado a estar en el poder y que había pasado dos legislaturas en la oposición.

Los recortes para reducir el déficit y la reivindicación de un pacto fiscal para garantizar la viabilidad de los servicios públicos marcaron la tónica del inicio de mandato de Mas, que ha desarrollado un perfil claramente presidencialista en su mandato.

Pero los continuos problemas de tesorería de la Generalitat y la negativa del Gobierno de Mariano Rajoy de negociar el pacto fiscal -promesa electoral de CiU en 2010-, junto con la masiva manifestación de la última Diada llevaron a Mas a virar el timón hacia el nuevo objetivo de una consulta popular soberanista.

Aunque en los mítines de CiU son evidentes los cánticos independentistas de la militancia, Mas ha evitado la palabra "independencia" -en sus palabras, no existe en Europa ninguna nación independiente que no deba ceder autonomía- y ha defendido un "Estado propio" para Cataluña refrendado por una mayoría de catalanes.

Pero el flirteo con las tesis independentistas le viene de lejos: en abril de 2011, Mas votó a favor de la independencia en la consulta popular no vinculante promovida por la plataforma "Barcelona Decideix", en el mismo sentido en el que lo hizo su antecesor, Jordi Pujol.

Dentro de la federación nacionalista, Mas ha logrado mantener finalmente la sintonía con el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, quien ha reiterado públicamente su apoyo al proyecto soberanista que del líder CiU, aunque con matices.

Padre de tres hijos y casado con Helena Rakosnik, Mas se reconoce a sí mismo como una persona discreta y trabajadora que domina perfectamente el inglés y el francés, lo que utiliza con desenvoltura en sus viajes y entrevistas con medios extranjeros.

Gran amante y conocedor de la literatura y la lengua francesa, Mas confiesa que su libro favorito es "El Principito", de Saint-Exupéry, así como "La Riqueza de las Naciones" de Adam Smith, y siente admiración por personajes históricos como Winston Churchil, Mahatma Gandhi y el Papa Juan XXIII.

Declarado seguidor del FC Barcelona, de joven fue futbolista del Sant Cugat, donde se ganó el apodo de "flecha negra" por su velocidad, pero actualmente se inclina más por practicar la natación, el tenis y algo de pádel.

Mostrar comentarios