Mas, dispuesto a aceptar una presidencia coral para ser 'president'

    • Los 'negociadores' de Junts barajan un 'plan B' para desencallar la investidura: dejar a Mas en una presidencia simbólica con varias vicepresidencias.
    • El 'president' en funciones se enfrentará este jueves a una nueva votación, para la que precisa de mayoría simple. Le bastarían dos abstenciones de la CUP.
Artur Mas y Antonio Baños, de la CUP, en el debate de investidura, en noviembre.
Artur Mas y Antonio Baños, de la CUP, en el debate de investidura, en noviembre.

Entre el 'no' y el posible 'si' transcurre un día, este miércoles. Los negociadores de Junts pel Sí y la CUP-reunidos esta tarde en el Palau de la Generalitat, en un encuentro al que asiste el propio Mas- apuran sus cartuchos para tratar de encontrar una salida pactada para la segunda votación. El president en funciones precisa ahora de una mayoría simple para ser finalmente investido. Esto es, le bastaría con que dos diputados de la CUP se abstuviesen.

Visto lo visto este martes, la tarea parecería imposible. Los de Baños desplegaron ayer un arsenal dialéctico contra el convergente para justificar en tres ejes su rechazo: su política de recortes, la indefinición de su proceso autonómico y, sobre todo, el carácter personalista que trata de imprimir al procès.

Mas negó en su réplica la mayor: "Si hay un president de la Generalitat algún tipo de personalismo habrá. A no ser que esperen que la presidencia quede vacía", respondió irónico. Después, lanzó una llamada que sonó a la desesperada: "¿Por qué no nos reunimos un día los 72 y lo decidimos entre todos?"

La decisión existe y está prácticamente ultimada, al menos por parte de Junts. Fuentes próximas a las negociaciones se muestran convencidas de que este jueves habrá una salida, y que Mas saldrá investido gracias a esas dos abstenciones. El acuerdo se fragua este mismo miércoles y tiene también un coste para la lista del president. "Habrá amplias restricciones y rebajas", afirma una de estas fuentes. Aunque no concretan en qué consistirán esas cesiones, sí se centran en un aspecto esencial: virar aún más a la izquierda el programa de Gobierno.

Mas ya señaló este lunes el camino, trufando su debate de investidura con algunas de las reivindicaciones prioritarias de la CUP: fin a la política de desahucios, más alquiler social, más recursos a servicios públicos e, incluso, una renta mínima. El mensaje fue interpretado de inmediato como un guiño claro para ganarse la investidura.

Existe también, no obstante, un 'plan B' por si la sesión de mañana resulta fallida. Y éste pasa por una cesión de calado: aceptar la "presidencia coral" ya solicitada en su día por los de Baños. Ello no implica, al menos por el momento, que Mas quede relegado. En Junts quieren que el president sea investido como tal, aunque su poder quede de facto diluido.

Sería, por tanto, un cargo más simbólico que otra cosa, en una estructura en la que el poder real sería en realidad asumido por otros dirigentes: el líder de ERC, Oriol Junqueras, que ha preferido mantener un 'perfil bajo' en estos acuerdos, la vicepresidenta del Govern en funciones, Neus Munté, o el propio cabeza de lista, Raül Romeva, la apuesta ahora favorita para la CUP. Como informó este diario, los anticapitalistas se mostraban favorables a un organigrama en el que Junqueras y Munté ostentasen realmente el poder.

El cambio supone un avance importante, habida cuenta de que por primera vez el entorno de Mas admite estar dispuesto a sacrificar su poder si con ello se evitan nuevas elecciones. Un escenario al que se verían abocados si en el plazo de dos meses no hay acuerdos y que en Junts pretenden sortear a toda costa. También en la CUP.

Estas fuentes dan una clave de que el asunto está prácticamente enfilado: el plantón de Baños al programa El món, de RAC1, donde esta mañana se había anunciado su entrevista. El líder de la CUP justificó la ausencia en que estaba en la cama con fiebre, aunque en Junts sugieren que su intención sería evitar responder a la pregunta inevitable: en qué punto se encuentran las negociaciones.

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