Mas exigirá al Gobierno que aporte a Cataluña el mismo dinero que en 2010

Barcelona.- El gobierno catalán se comprometerá a reducir su gasto unos 3.000 millones de euros, a través de un "plan de estabilidad y reequilibrio", para cumplir el objetivo de acotar este año su déficit al 1,3% del PIB catalán, pero a su vez exigirá al Gobierno español que le aporte "los mismos" recursos que en 2010.

En concreto, fuentes de la consellería de Economía han cifrado en 16.646 millones de euros los ingresos que aportó el Gobierno español el año pasado, vinculados al nuevo modelo de financiación.

Así lo ha expuesto el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la rueda de prensa posterior a la reunión extraordinaria celebrada esta mañana por el Govern para analizar el plan de estabilidad de la Generalitat, que se enviará el próximo lunes 31 al Gobierno español.

Mas ha explicado que su gobierno está dispuesto a "apretarse el cinturón" con un plan de ajuste y austeridad que implicará reducir al menos un 10% el gasto real en relación con el año pasado, unos recortes que afectarán a "todos los departamentos", aunque unos se verán más perjudicados que otros.

Habrá, según Mas, venta de activos de la Generalitat, con la posible venta de empresas públicas rentables, así como políticas para rentabilizar al máximo su patrimonio, políticas de personal austeras, congelación salarial, no contratación de más gente y no sustitución de bajas por jubilación.

Aunque Mas es consciente de que este ahorro de "casi 3.000 millones de euros" no le hará ganar "ninguna adhesión popular", considera que no aplicar este tijeretazo conllevaría consecuencias "mucho peores" y podría llevar a la Generalitat al "colapso".

Pero el objetivo de acotar el déficit de Cataluña al 1,3% del PIB en 2011, ha remarcado Mas, no sólo es responsabilidad de su Govern, sino que también el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, con quien se reunirá el 7 de febrero, debe poner de su parte, aportando a Cataluña no más, pero sí los mismos recursos que en 2010.

Sin esta "ayuda", ha dejado claro el presidente, la Generalitat, no se podrá alcanzar el objetivo del 1,3% de déficit para este año.

Mas, que ha comparecido al lado del conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha dicho que en los últimos tiempos en España ha habido "desenfreno" ('disbauxa') y "altísimas cotas de irresponsabilidad" a la hora de gastar, por lo que no sólo Cataluña debe afrontar ahora las consecuencias.

El gobierno de la Generalitat siente la "responsabilidad" de "poner en orden la casa", pero según Mas "debe sentirse responsable todo el mundo", incluido el Gobierno central y las demás autonomías.

El plan que se enviará a Madrid contendrá el compromiso firme de reducir el gasto, pero evitará entrar en concreciones en la medida de lo posible y dejará margen para la negociación con el Ejecutivo.

Para desactivar la alarma que pueden generar en la sociedad catalana los recortes presupuestarios previstos, Mas ha asegurado que este tijeretazo no afectará a las "prestaciones básicas" y que, además, no será "para siempre", sino simplemente para "salvar" la grave situación actual y poder salir a flote "dentro de dos años".

Se trata de "garantizar la solidez de las finanzas públicas de Cataluña", ya que, en realidad, no frenar esta "espiral de gasto" de los últimos años sí que pondría en peligro la viabilidad del Estado del Bienestar, ha alertado.

Con el propósito de "intentar hacer lo mismo con menos dinero", ha encargado a sus consellers que fijen una escala de prioridades para determinar por dónde se podrían aplicar estos recortes, que se plasmarán en el próximo presupuesto para 2011.

Una fórmula que no piensa utilizar Mas para mejorar sus ingresos es la subida de impuestos, aunque tampoco habrán rebajas fiscales, a excepción de la práctica supresión del impuesto de sucesiones, que según Mas-Colell supondrá que el Govern deje de percibir entre 200 y 250 millones de euros.

Por otra parte, Mas no ha querido valorar hoy las reflexiones de Jordi Pujol sobre la independencia, aunque lo hará más adelante.