Mas irá a Moncloa sin prever grandes anuncios y tendiendo la mano en reformas

Barcelona, 31 ene.- El presidente de la Generalitat, Artur Mas, acudirá mañana a la reunión en el Palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sin esperar grandes anuncios, con ánimo de poner el acento en las "urgencias" económicas y tendiendo la mano para impulsar cuanto antes una reforma laboral.

Así lo ha explicado el portavoz del Govern, Francesc Homs, tras la reunión de hoy del ejecutivo catalán, en la que ha participado el portavoz de CiU en el Congreso y presidente de la parte catalana en las comisiones bilaterales Estado-Generalitat, Josep Antoni Duran Lleida, quien ha hecho un repaso las cuestiones pendientes de negociación entre ambos ejecutivos de cara a este año.

En su primera cita institucional con el nuevo presidente del Gobierno desde las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, Mas se propone unos objetivos más bien modestos, sin esperar compromisos "altisonantes" con Cataluña por parte de Rajoy.

Según Homs, el presidente catalán planteará su compromiso con las reformas estructurales, para favorecer el crecimiento económico, y con las políticas de austeridad, para reducir el déficit público.

Homs ha señalado que la Generalitat tiene el "máximo interés" en que el conjunto del Estado español tome la senda del Govern de "no gastar más que lo que se ingresa y no estirar más el brazo que la manga", y el Gobierno de Rajoy ya está dando "señales en esta dirección".

El portavoz ha reconocido que Mas pondrá mañana el "acento muy principalmente en lo económico": "Hay una urgencia que no podemos esquivar, que es la situación económica. Hay que actuar con la máxima diligencia".

Mientras "la urgencia económica es un tema de semanas", según Homs, "el pacto fiscal es un tema de meses".

Aunque Mas también pondrá sobre la mesa las reclamaciones básicas en torno al pacto fiscal, infraestructuras y cuestiones relativas al autogobierno, no hay unas expectativas muy elevadas en cuanto a sacar compromisos tangibles con Cataluña.

Además, el portavoz ha recalcado que el Govern no tiene interés en obtener mañana de Rajoy "anuncios de compromisos altisonantes" que luego resultan estar "vacíos", como ocurrió en la pasada legislatura con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

"Venimos muy escaldados de las relaciones con el Gobierno en los últimos veinte años", ha comentado Homs, que además ha argumentado que a un Ejecutivo que acaba de arrancar, como el de Rajoy, "no se le puede exigir un balance inmediato" de resultados.

Lo que sí espera la Generalitat del encuentro de mañana en la Moncloa es una "predisposición de lealtad institucional" por parte del jefe del Ejecutivo español.

Para Homs, la cumbre de mañana será "más importante por el tono que marque que por el contenido estricto", de manera que por parte de la Generalitat no hay voluntad de "convertir esta reunión en un festival de reproches".

La esperanza del Govern es que la cita entre Mas y Rajoy sirva para crear un clima de "trabajo" y de "lealtad institucional" de cara a los próximos meses.

Con la evidente precaución de no entorpecer las relaciones un día antes de la reunión, Homs ha sido extremadamente comedido a la hora de referirse al hecho de que ayer Rajoy, en las conversaciones que tuvo con sus homólogos europeos antes del inicio de la cumbre de la UE, diese por descontado que la reforma laboral que aprobará su Ejecutivo le costará la convocatoria de una huelga.

Homs ha querido quitar hierro a este "comentario cazado al vuelo" y ha recalcado la necesidad de impulsar una reforma laboral.

"O hacemos una reforma laboral a fondo o continuaremos teniendo uno de los paros estructurales más altos de Europa", ha alertado.