Ya no hay vuelta atrás. Tras una semana de rumores y de runrún mediático, Más Madrid ha confirmado que concurrirá a la repetición electoral del próximo 10 de noviembre, tras el acuerdo que las bases han formalizado en una asamblea celebrada este domingo en Madrid. Una decisión que rompe con los planes de algunos de sus impulsores, que querían esperar a consolidar la marca en la Comunidad de Madrid tras irrumpir en el Parlamento regional con 20 diputados. Que además agita el tablero político de una manera imprevisible, ofreciendo al electorado de izquierdas otra alternativa de peso. Y que devuelve de facto a Íñigo Errejón a la esfera nacional de primera línea. Aunque por su pasado en Podemos y el impulso a esta formación nunca había salido de ella.
Errejón será casi con toda seguridad el cabeza de lista de una formación que surgió el pasado mes de marzo de manera inesperada. Por ahora no se ha discutido si las candidaturas abarcarán varias circunscripciones o solo la de la Comunidad de Madrid, algo que previsiblemente se decidirá la próxima semana, según ha podido saber este diario. La primera noticia de su existencia salió de un vídeo en el que él y Manuela Carmena anunciaban esta plataforma que serviría para concurrir a las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo. Un movimiento que cayó como aceite hirviendo en Podemos, que había designado al exnúmero 2 de Pablo Iglesias como el aspirante a la región madrileña. Y que tras el rechazo de Iglesias explícito a apoyarle con su “Íñigo no es Manuela” y las críticas de otros dirigentes como Pablo Echenique, provocó la salida de Errejón del partido que ayudó a fundar.
El nuevo escenario político abre varias incógnitas. La primera es si la llegada de Más Madrid supondrá una división en el voto de la izquierda que pueda terminar en desastre para ellos mismos, PSOE y Podemos. O si, por contra, Errejón y los suyos serán capaces de movilizar a quienes tuviesen previsto abstenerse por el hartazgo político o porque no se sintieran representados por lo que ofrecen Sánchez e Iglesias. Otra duda es si esta marca será capaz de cosechar un apoyo suficiente para tener un grupo parlamentario en el Congreso, que era una de las razones internas que desalentaban de dar el paso.
Pero el mayor interrogante es si una aventura en solitario de Íñigo Errejón funciona a nivel estatal. El politólogo madrileño lleva varios años considerado como uno de los políticos que marcarán el devenir del país en los próximos años. Lo que está por ver es si esa supuesta aceptación que tiene entre sectores de otros partidos, como el mismo Podemos o el PSOE, se traduce en votos que le permitan tener el suficiente peso para influir en la vida institucional o en el Congreso de los Diputados. Por ahora se desconoce quiénes le acompañarán en el reto, pero los focos ya empiezan a centrarse en nombres como Rita Maestre, Clara Serra o Luis Alegre.
La incógnita de Manuela Carmena
La que no está claro que concurra con Más Madrid es una de sus impulsoras: Manuela Carmena. En medio de una ola de rumores e incluso informaciones de que sería parte importante de un hipotético gobierno socialista, ella misma se descartó como la candidata de la marca madrileña a las elecciones generales del 10 de noviembre. Una renuncia que situó toda la presión sobre Errejón, queque finalmente podría dar el paso tras la insistencia previa de, precisamente, del entorno de la exalcaldesa de Madrid.
Aunque la papeleta de Errejón pueda suponer una alternativa factible para muchos y sea vista con buenos ojos por el Gobierno en funciones, como admitió Pedro Sánchez esta semana, el líder de Más Madrid ya ha recibido varias críticas antes incluso de que se confirmase la decisión de las bases. Una de ellas vino de Pablo Iglesias, que fue su jefe de filas y amigo personal, que le lanzó un dardo al asegurar que le daría los “votos gratis” a Sánchez para una investidura. Algo que, según él se ha demostrado, no ocurre en Podemos. También ha recibido reproches en público y en privado de figuras que estuvieron vinculadas al Ayuntamiento cuando Carmena era primera edil. Un tuit en el que presumía del legado de la exalcaldesa le generó varios reproches, como el de Eduardo Garzón, hermano del líder de IU y que formó parte del equipo de Carlos Sánchez Mato en la concejalía de Hacienda antes de que este último fuese cesado por Carmena.
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