Mas se agarra ahora a una fórmula de 'comisiones de Gobierno' para defender su poder

Junts pel Sí trata de avanzar a la desesperada para salvar un acuerdo de investidura con la CUP. Con el contador en descuento-el plazo para culminar un acuerdo termina el próximo 9 de enero-ambas formaciones mantienen sus posiciones enquistadas. Esto es, esencialmente, el desacuerdo sobre la figura de Artur Mas, irrenunciable para Junts y que en la CUP genera profundas divisiones.

La candidatura del 'president' en funciones trabaja en la fórmula que Mas ya anunció el pasado 12 de noviembre, en la segunda sesión de investidura, de nuevo falllida por la negativa de la CUP. Se trata de una estructura de poder repartido, que colocaría a Mas en el punto alto de la jerarquía aunque con menos atribuciones reales.

La propuesta de Junts se basa en un Gobierno de transición-Mas ya avisó de que este tendría una duración de 18 meses, el tiempo contemplado para poner en marcha el procès- en el que el president mantendría sus atribuciones propias y estaría acompañado por un vicepresidente y tres 'comisiones de Gobierno': una económica-presidida por el vicepresidente-una centrada en el Estado del Bienestar y otra de política exterior.

Según informan desde la candidatura, "el objetivo es dotarse de un gobierno adecuado para este momento, más furte para hacer frente a las embestidas del Estado y para encarar la difícil gestión del día a día y la puesta en marcha de las iniciativas necesarias para el cambio de legalidad". Pasados diez meses, el president se sometería a una ratificación parlamentaria por medio de una cuestión de confianza, un extremo que ya había sido avanzado por Mas en el Parlament.

Desde la organización no ponen nombres a esta estructura, para el que, de acuerdo a las negociaciones, se manejan ya varios. El líder de ERC, Oriol Junqueras, se haría cargo de Economía, Raül Romeva, cabeza de lista de Junts pel Sí, de exteriores y la actual vicepresidenta en funciones, ostentaría la comisión restante. En este caso, por tanto, orientada a las medidas sociales.

Pese a que Junts insiste en que la presidencia conservará su propias funciones lo cierto es que, en la práctica, supone diluir el poder real en tres departamentos muy fuertes, y que podrían estar pilotados por personas que no irritan a la CUP.

La formación anticapitalista se encuentra dividida en su apoyo a Mas y planteará este domingo a la militancia las distintas posiciones. Mientras el sector Poble Lliure reclama que se desatasque la investidura para poner en marcha el procès, Endavant, el otro bloque mayoritario, se niega a romper con lo que era una de sus principales promesas electorales.

La información ha sido confirmada por el candidato de Democràcia i Llibertat a las elecciones generales, Francesc Homs, en una entrevista en La Xarxa. Homs ha explicado que la propuesta se plantea "en los términos de lo que la ley hoy permite poder hacer" y ha indicado que existe ya un precedente, el del "tripartito", una especie de presidencia compartida. La propuesta, ha dicho Homs, demuestra el compromiso de JxSí de hacer las cosas de una manera diferente.

"Muestra claramente la voluntad de acuerdo", ha considerado. Homs ha expresado su deseo de que el acuerdo se cierre"sin que nadie salga penalizado en exceso ni pierda su propia identidad política", y ha considerado que JxSí trabaja por ello pero no ve la misma disposición en la CUP.

"JxSí se ha movido mucho, pero a la CUP la veo exactamente allí donde estaba, continúan en una posición que creo que el mundo soberanista no se puede permitir. No vamos tan sobrados como para hacer vetos entre nosotros", ha aseverado.

Homs ha dicho a la CUP que cuando un partido quiere sacar el mayor número de votos posibles, tiene que asumir que si llega a ser clave para formar Govern puede recibir presión, y les ha espetado: 'Si no vols pols, no vagis a l'era', una frase hecha que en castellano hace referencia a 'ir por lana y salir trasquilado'.