Màxim Huerta deja morir la sociedad que le costó la dimisión por eludir impuestos

  • 'Al Máximo Profesionales de la Imagen' no registró ninguna actividad en 2018. El presentador ha sido contratado por TVE a través de una productora.
Màxim Huerta en el Palacio de La Moncloa
Màxim Huerta en el Palacio de La Moncloa
EFE

Màxim Huerta no quiere saber nada de la sociedad que le costó el cargo de ministro de Cultura. El periodista y escritor ha dejado sin actividad la 'SL' con la que eludió al fisco 218.322 euros entre 2006 y 2008 correspondientes al pago de impuestos. Así, en apenas unos años, 'Al Máximo Profesionales de la Imagen' ha pasado de facturar decenas de miles de euros a convertirse en una 'sociedad fantasma' que, incluso, le está provocando pérdidas patrimoniales.

Huerta apenas estuvo 150 horas en el Consejo de Ministros. Seis días con cartera. El valenciano, convertido en apuesta personal de Pedro Sánchez, tuvo que dimitir después de que se conociera que defraudó a Hacienda cuando era presentador de 'El programa de Ana Rosa'. Así lo corroboran dos sentencias de mayo de 2017 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Forzado por la presión, y en contra de su voluntad, Màxim se marchó aunque aseguró que la sanción se debió a un cambio de criterio fiscal y que él pagó lo que le correspondía como ciudadano. 

La sociedad de Huerta, de la que sigue siendo a día de hoy administrador y único accionista, era 'una máquina de facturar'. Solo en los tres años fiscales en los que fue inspeccionado por Hacienda ingresó casi 800.000 euros: 207.920 en 2006, 287.095 en 2007 y 303.506 en 2008. Pero el exministro tributó esas cantidades por el Impuesto sobre Sociedades en lugar de por IRPF, consiguiendo así aplicarse un tipo inferior al que le hubiera correspondido por el impuesto que tendría que haber pagado. Esa 'tapadera' pagar eludir tasas le costó una multa de 365.928 euros.

Pero en este momento, lo que era la principal vía de ingresos de Màxim Huerta, no tiene actividad alguna, como decimos. Cero negocio. Así consta en las cuentas que el hoy presentador de TVE acaba de depositar en el Registro Mercantil. 'Al Máximo Profesionales de la Imagen' sigue teniendo un patrimonio de 361.822,11 euros a cierre de 2018, pero al no tener actividad el resultado del ejercicio le ha hecho perder 10.504,76 euros. En 2017 la misma sociedad le hizo ganar 104.297,24 euros antes de impuestos.

Es decir, que Huerta ha dejado 'morir' la firma que tantos beneficios le reportó en su etapa en Mediaset y que, a su vez, tantos problemas le causó desde el punto de vista personal. Así lo reconoció él mismo recientemente, llegando a hablar de episodios depresivos. Como consecuencia de estas pérdidas el periodista no ha tenido que pagar ningún impuesto (en 2017 abonó 2.898,85 euros). La SL sigue ubicada en su vivienda en el centro de Madrid y no tiene trabajadores. El exministro no ha querido hacer declaraciones sobre la situación de su sociedad.

Contratado por una productora para las mañanas de TVE

Màxim Huerta será a partir de esta temporada el presentador de un magazín matinal en Televisión Española, en lo que está siendo su primera andadura en la televisión tras su dimisión como ministro. Para este trabajo, el valenciano ha sido contratado por la productora 'Catorce Comunicación' y, por tanto, no está facturando la actividad a través de su histórica productora. Tampoco incluye en ella el contrato con la editorial Planeta, con quien está escribiendo su octava novela.

Huerta no quiere saber nada de la política ni del gobierno de Pedro Sánchez. El pasado mes de abril reconoció que no tiene contacto con el presidente en funciones: admitió que únicamente lo llamó un mes después de su dimisión, fue "una conversación breve y ya no he vuelto a hablar más". También aseguró que iba a votar a Manuela Carmena y a Íñigo Errejón en las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

El exministro de Cultura declaró, cuando dimitió, un patrimonio de 602.046 euros. Los activos de Huerta se desglosaban en acciones y participaciones en entidades jurídicas (203.010 euros), depósitos en cuentas corrientes o de ahorro (200.790 euros), bienes inmuebles (173.437 euros) y demás bienes y derechos de contenido económico (24.808 euros).

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