La mayoría de los países de la región se niegan a reconocer la Asamblea Constituyente de Maduro

  • EEUU amenaza con sanciones que podrían afectar a la industria petrolera, la principal fuente de riqueza de Venezuela
EUROPA PRESS

La mayoría de los países de América Latina, así como Estados Unidos y España, han anunciado en las últimas horas que no reconocerán la Asamblea Constituyente surgida de las elecciones que se han celebrado este domingo en Venezuela, por considerar que es fruto de un proceso fraudulento cuyo único objetivo sería perpetuar al presidente, Nicolás Maduro, en el poder.

Colombia ha sido uno de los más contundentes en su crítica al Gobierno venezolano. El Ministerio de Exteriores ha advertido de que "la instalación por la fuerza de una ilegítima Asamblea Constituyente llevará a Venezuela a una ruptura de la convivencia democrática destruyendo sus valores republicanos y profundizará la polarización y la confrontación que vive el país".

Así, el Gobierno de Juan Manuel Santos ha reiterado su llamamiento "para restablecer el orden constitucional" mediante "un acuerdo político negociado que permita crear las bases para superar la grave crisis política, económica y social en la que está sumergido el país". "Nos duele profundamente la situación que vive el pueblo venezolano", ha añadido.

En la misma línea, México ha anunciado que el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto "no reconoce los resultados de la elección de los integrantes de la Asamblea Constituyente", al tiempo que ha lamentado que Maduro "haya decidido llevar a cabo unos comicios contrarios a los principios democráticos reconocidos universalmente, que no se apegan a la Constitución y que profundizan la crisis en que se encuentra el país".

Para México, "seguir adelante con la Asamblea Constituyente significa una continuación del conflicto", por lo que ha urgido a "privilegiar el diálogo y la reconciliación". "Con pleno respeto de la soberanía de Venezuela, México insta a todas las partes para que lleven adelante un diálogo genuino y con garantías, que permita al pueblo venezolano restaurar el orden democrático y retomar el camino del desarrollo y el Estado de Derecho", ha pedido.

Argentina tampoco reconocerá "los resultados de esta elección ilegal". "Lamentamos que el Gobierno venezolano, desoyendo los llamados de la comunidad internacional, incluyendo el de los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), haya proseguido con la Asamblea Constituyente", ha dicho la Casa Rosada y ha exhortado a Maduro a "respetar la voluntad popular y la Constitución venezolana", así como "que cese la represión de quienes se manifiestan".

Por su parte, el ministro de Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes, ha lamentado que Venezuela se haya encaminado hacia "un escenario de anomia" por la Asamblea Constituyente y " que el Gobierno de Maduro siga ciego y sordo a las peticiones internacionales para un verdadero diálogo que permita la redemocratización, con espacio para todos, incluso los 'chavistas'".

Chile ha llamado la atención sobre el proceso electoral, subrayando que se ha desarrollado "sin las más mínimas garantías para una votación universal y democrática, sin cumplir con los requisitos establecidos en la propia Constitución" de Venezuela. La Moneda ha recordado a Maduro que "tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad e integridad física de todos sus ciudadanos y el derecho de los mismos a (...) la libre expresión de sus ideas".

Panamá se ha sumado a sus vecinos regionales y ha anunciado que no reconocerá la Asamblea Constituyente por los "vicios" del proceso electora. "El pueblo y el Gobierno de Panamá reiteran el llamado a encontrar una salida negociada al más estricto respeto de los principios democráticos y a anteponer el bienestar de los venezolanos para detener la violencia", ha reclamado.

REUNIÓN DE MERCOSUR

Perú ha rechazado igualmente la Asamblea Constituyente porque "viola normas de la Constitución venezolana y contraviene la voluntad soberana del pueblo, representado en la Asamblea Nacional". "También vulnera el principio de universalidad del sufragio y profundiza la fractura de la nación venezolana, rompiendo el orden democrático", ha añadido.

También ha condenado "la represión violenta que hasta el momento ha causado más de un centenar de muertos" y, con el fin de frenar la escalada de violencia, ha instado "al Gobierno venezolano a garantizar la pronta instalación de un auténtico diálogo nacional que permita restaurar el orden democrático".

En un paso más, el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski ha convocado una reunión de ministros de Exteriores para el 8 de agosto en Lima a la que, según ha informado la Cancillería, acudirán los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Paraguay.

Fuentes de la Casa Rosada han revelado al diario venezolano 'El Nacional' que el presidente argentino, Mauricio Macri, ha iniciado las gestiones para convocar una reunión del MERCOSUR con el objetivo de suspender a Venezuela como país miembro porque "claramente no es una democracia".

SANCIONES DE EEUU

El Departamento de Estado de Estados Unidos ha ratificado su amenaza de sancionar a Venezuela para que "quienes socavan la democracia y niegan los Derechos Humanos" asuman su responsabilidad en la ola de violencia en la nación caribeña.

Así, ha asegurado que emprenderá "acciones fuertes y rápidas contra los arquitectos del autoritarismo, incluidos los que participan en la Asamblea Nacional Constituyente". "Estados Unidos está con el pueblo de Venezuela y sus representantes constitucionales en su intento por llevar a su país a una democracia plena y próspera", ha enfatizado.

Fuentes consultadas por la agencia de noticias Reuters han indicado que Estados Unidos podría actuar contra el sector petrolero de Venezuela, la principal fuente de ingresos del país. Según estas fuentes, se bloquearía la venta del crudo ligero que Washington vende a Caracas para mezclar con el suyo y exportar la fórmula.

CONDENA EUROPEA

Desde Europa, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha anunciado que "España no reconocerá una Asamblea Constituyente que no sea resultado de un amplio consenso nacional, elegida conforme a reglas democráticas de sufragio universal libre, igual, directo y secreto".

Además, ha insistido a Maduro en la necesidad de que "inicie un proceso de negociación sincero con las instituciones democráticas legítimas y constitucionales de Venezuela y que permita un acuerdo que "respete el marco constitucional y garantice la separación de poderes, los Derechos Humanos y la democracia".

"El voto de hoy en Venezuela corre el riesgo de aumentar más las tensiones en el país", ha alertado, por su parte, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, en su blog. La UE ya había advertido de que la Asamblea Constituyente eran "una medida controvertida" que podría aumentar "el peligro de confrontación".

Los Veintiocho evitaron eso sí hacer ninguna referencia a la posibilidad de que la UE promueva sanciones contra dirigentes del país, una opción que España pidió explorar a sus socios el pasado 17 de julio pero que han rechazado expresamente países como Portugal y más recientemente Grecia.

EL ALA 'BOLIVARIANA'

En cambio, Bolivia y Nicaragua, principales aliados junto a Cuba del Gobierno de Maduro, se han pronunciado a favor de la Asamblea Constituyente y han criticado la posición que han adoptado los demás países de la región, reprochando que se trata de una injerencia en los asuntos internos de Venezuela.

"No entiendo que gobiernos de Colombia, México y Panamá, sumisos a Estados Unidos, digan que no reconocerán los resultados de hoy en Venezuela", ha escrito en Twitter el presidente boliviano, Evo Morales.

En Nicaragua, el presidente, Daniel Ortega, ha defendido que "Venezuela está en su derecho soberano a escoger sus propios caminos".

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