"Va a buen ritmo"

Médicos rurales en pandemia: "Citamos a 100 personas al día para vacunarse"

La campaña prosigue en los pueblos, donde la mayoría de los habitantes más ancianos ya han sido inmunizados y se preparan para seguir inmunizando de forma más "masiva" a los siguientes grupos. 

Médico rural
Médicos rurales en pandemia: "Citamos a 100 personas al día para vacunarse". 
Angel Lopez

"Proceso de captación activa". Un método, que si bien suena agresivo, no es más que el gesto de levantar el teléfono. Así citan en el área de salud de La Luisiana (Écija, Sevilla) y en Mas de las Matas (Teruel, Aragón) a los pacientes distribuidos en pequeños pueblos que componen dichas áreas. Localidades de entre 500 y 7.000 habitantes como Aguaviva, Castellote, El Campillo o Fuente de Andalucía. En La Luisiana, Ángel López, médico de cabecera de la Cañada Rosal, entró el jueves pasado a hacer la guardia en el punto de vacunación de la zona básica de salud y detalla que la campaña "va a buen ritmo". Aunque él no vacuna, sino que supervisa, cuenta que los enfermeros que administran las dosis están de 8 horas a 20 horas inmunizando pacientes. "Estamos llamando todo el día", explica apurado. "Mínimo citamos a 100 personas. El otro día estuvo el administrativo de 16 horas a 21 horas al teléfono". 

El punto de vacunación, situado en una zona multiusos de la región sevillana, cuenta con varios box donde recoger los datos de los ciudadanos y ofrecerles asiento en su espera para luego vacunarles, siempre con distancia. "También hay un box de emergencia, por si acaso", explica López. Como protocolo, los pacientes esperan 15 minutos "de reloj", como también señala la coordinadora del centro de salud Mas de las Matas, "por si hay alguna reacción adversa". Pero los ritmos en las zonas rurales son dispares. 

En La Luisiana están vacunando esta semana a los menores de 60 años de alto riesgo: "Hoy hemos vacunado a nuestro sacristán, que tiene síndrome de Down y es menor de 60 años. No ha recibido AstraZeneca, sino vacuna de ARN mensajero", cuenta López. En Mas de las Matas siguen vacunando a los ciudadanos de entre 73 a 79 años, "con una previsión de cubrirlo de 3 semanas". En otras zonas de Aragón, como Pina de Ebro, esta semana ya han citado a habitantes de entre 60 y 65 años para suministrar AstraZeneca. 

Por otro lado, un fenómeno actual las zonas rurales es la sorpresa de contar con ciudadanos que no estaban censados. Cuando el Consejo de Salud autonómico pasa el listado según la base de datos a los pueblos, los equipos sanitarios acuerdan una hora para que el paciente se desplace al punto de vacunación. En Aragón, Pilar Borraz, coordinadora del centro de salud Mas de las Matas explica que hay aragoneses que se han desplazado a sus localidades de origen del Bajo Aragón, con previsión de pasar el verano: "Normalmente lo hacen a partir del 1 de mayo, pero esta vez se han adelantado". En el caso de Pfizer, que cuenta con 6 dosis por vial, Borraz explica que se han llegado a dar dosis sobrantes de la marca.  En Cañada Rosal, un catalán recién instalado no pudo vacunarse por no estar censado. "Se le dio de alta y se le citó", explica López. 

Pero no todo el mundo ha podido desplazarse el punto de vacunación. La población anciana que dependía de familiares que no podían acercarse o ciudadanos inválidos en su domicilio han tenido que ser atendidos  por enfermeros rurales 'in situ'. Otro caso también ha sido, como en todas las ciudades, el desplazamiento de equipos médicos a residencias. "Algunos eran pacientes míos", cuenta el médico Angel López. "Fue a vacunarles el enfermero que trabaja conmigo a sus casas". En el caso de Aragón, Borraz explica que, "los más mayores, los que no salen, han agradecido mucho que vayamos". 

Por último, se está dando la curiosa situación de que las listas prevén inmunizaciones individuales, pero no contemplan las unidades familiares. De este modo, una mujer de 60 años puede haber recibido la primer dosis y su marido aún estar esperando durante días su cita, y más estas últimas semanas cuando ha habido un 'parón' de la suministración de AstraZeneca por posibles reacciones adversas. Una vacunación que ya se ha retomado y que sigue generando miedos también en la población rural. El doctor López atiende últimamente este síntoma. El síntoma del miedo: "Hoy me han llamado tres personas que habían tenido malestar tras recibir la vacuna. Les atendemos y tranquilizamos. De momento, poca gente la rechaza". Ahora, La Luisiana ya se prepara para la vacunación masiva: "La gente vendrá con su coche al aparcamiento, ahí empezaremos a vacunar uno tras otro". 

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