Medvédev destituye a seis generales de la policía

  • Moscú.- El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, destituyó a seis generales de la policía, informó hoy la oficina de prensa del Kremlin.

Medvédev destituye a seis generales de la policía
Medvédev destituye a seis generales de la policía

Moscú.- El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, destituyó a seis generales de la policía, informó hoy la oficina de prensa del Kremlin.

El decreto presidencial no menciona las causas de las destituciones de los generales, entre los que se encuentran los jefes de las policías de las regiones de Tver y Tiumén, dos de las 83 entidades que conforman la Federación Rusa.

El pasado día 1, entró en vigor en Rusia la nueva ley de policía que, según Medvédev, tiene como objetivo una profunda reestructuración de los órganos del Ministerio del Interior a fin de aumentar su eficacia.

La reforma incluye el cese de todos los miembros de la plantilla, integrada actualmente por cerca 1,3 millones de personas, que continuarán en funciones y serán contratados de nuevo tras un proceso de selección en el curso del cual el personal del ministerio será reducido en un 20 % antes del 1 de enero de 2012.

El proceso de examen y nueva contratación de los miembros de la plana mayor de la Policía, incluido la del actual ministro del Interior, Rashid Nurgalíev, está a cargo de una comisión encabezada por el jefe del Gabinete de la Presidencia, Serguéi Narishkin, que comenzó sus labores la semana pasada.

Dicha comisión tiene plazo hasta el 1 de junio próximo para presentar al jefe del Estado sus propuestas para los cargos que forman parte de la plana mayor de la Policía.

Según la nueva ley, los agentes tienen la obligación de explicar al detenido su derecho a asistencia jurídica, a los servicios de un traductor y a negarse a prestar declaración, y deberán informar de su detención a sus familiares.

Los detenidos pueden realizar una llamada telefónica, derecho que no se extiende a las personas que en el momento de su detención se hallaban prófugas.

La nueva ley prohíbe expresamente la tortura, al señalar que "el agente de policía tiene la obligación de frustrar toda acción premeditada que cause dolor físico o moral al ciudadano".

Además, los agentes policiales que cumplan servicio en lugares públicos deberán llevar un placa con su nombre y apellido y el número de la unidad a la que pertenecen.

Aunque la ley autoriza a los policías a entrar en viviendas sin autorización judicial en caso de situación de peligro para los ciudadanos, no podrán hacerlo sin la autorización de los moradores para "esclarecer circunstancia de la comisión de un delito".

La policía estará facultada para solicitar información sobre operaciones bancarias de empresarios y personas jurídicas durante la investigación de delitos, pero no podrá ejercer ese derecho hasta la apertura de causas penales.

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