Merkel avanza hacia la reelección pese a la remontada del SPD y la incógnita sobre su aliado

  • Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, ve asegurada su reelección a nueve días de las generales, por encima de una notable remontada en los sondeos de los socialdemócratas que, en lugar de mermar sus perspectivas de victoria, refuerzan la tesis de lo que se decide en las urnas es con quién gobernará.

Merkel avanza hacia la reelección pese a la remontada del SPD y la incógnita sobre su aliado
Merkel avanza hacia la reelección pese a la remontada del SPD y la incógnita sobre su aliado

Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, ve asegurada su reelección a nueve días de las generales, por encima de una notable remontada en los sondeos de los socialdemócratas que, en lugar de mermar sus perspectivas de victoria, refuerzan la tesis de lo que se decide en las urnas es con quién gobernará.

Merkel, recién llegada de la reunión extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) celebrada ayer en Bruselas, preparatoria de la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) en Pittsburgh (Pensilvania, EEUU), los próximos días 24 y 25 de septiembre, compareció ante la prensa, teóricamente para hablar de esta próxima cumbre del G-20, pero invitando a hacerlo de la campaña electoral.

"Cualquier pregunta será bienvenida", saludó pícaramente, con su peculiar sonrisa y entre lluvias de flashes.

"A nueve días de unas elecciones no podemos tomarnos los sondeos más que como lo que son, sondeos. En eso, estamos de acuerdo", dijo, en alusión al lema de su rival socialdemócrata y ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, de no creer en las encuestas si no en las urnas.

"Pero sí, la verdad es que son alentadores", dijo a continuación la canciller, en la que previsiblemente fue su última gran conferencia de prensa antes de las elecciones y tras publicarse hoy los últimos sondeos demoscópicos para las generales.

De acuerdo con los pronósticos del instituto demoscópico Infratest, la Unión Cristianodemócrata y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) obtendrían un 35 por ciento de los votos y el Partido Liberal (FDP), un 14 por ciento.

Ello significa que sumarían un 49 por ciento, lo que les daría la mayoría parlamentaria, de acuerdo al sistema electoral alemán, basado en una fórmula mixta que combina los votos al candidato de cada distrito del elector y al segundo voto a la lista del partido.

Merkel y sus aliados prioritarios quedan así en el mismo nivel que las semanas anteriores, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD) de Steinmeier subió tres puntos, hasta el 26 por ciento.

Es la primera vez en meses que Steinmeier acorta distancias de una manera significativa respecto a la Unión, que llegó a estar hasta catorce puntos por encima del SPD.

Bajar a nueve puntos de diferencia es un espaldarazo para el aspirante, que sin duda reforzará su tesis de campaña de que la carrera no está decidida. Sin embargo, ello no mina a las filas de la canciller, sino a un hipotético bloque dominado por el SPD, ya que quienes bajan son los Verdes y La Izquierda.

"Nuestra intención es formar una coalición con los liberales, aunque está dependa de algún escaño adicional. Tenemos el sistema electoral que tenemos y no hay escaños de segunda", indicó Merkel.

Respondió así a la pregunta de si optará por el FDP como socio, incluso si su mayoría depende de los llamados mandatos adicionales.

De acuerdo al sistema mixto, la mitad del Parlamento corresponde a los escaños emanados del candidato vencedor en cada distrito, mientras que el resto sale de lista de los partidos. A éstos pueden sumarse una serie de mandatos adicionales que actúan de correctivo en caso de desfigurarse la proporcionalidad.

Merkel ratificó así su apuesta por el FDP, sin dejar de reafirmar el buen balance de la legislatura que expira en gran coalición.

"Una gran coalición surge de situaciones excepcionales (...) Hemos atajado juntos, con armonía, la crisis internacional, pero de lo que ahora se trata es de ver con qué partido podemos salir más rápidamente de la crisis. Y con los liberales tenemos una mayor afinidad programática para lograrlo", indicó.

Merkel no logró disipar la sensación latente, entre medios y analistas, de que en realidad no le disgustaría seguir al frente de una gran coalición tan armoniosa y contar con su ministro preferido, el de Finanzas, el socialdemócrata Peer Steinbrück.

Su opción por el FDP, al margen de las afinidades tradicionales, parece basarse en la correlación de fuerzas deseada en su futuro gobierno. En su gran coalición, el reparto es paritario, mientras que a un socio menor le corresponden tres o cuatro ministros.

De acuerdo a su estilo, Merkel argumentó sus preferencias, pero no excluyó otras posibilidades; ni siquiera respecto a una futura alianza -"no para la próxima legislatura"- con los antaño enemigos de la Unión, los Verdes. Es decir, un hipotético puntal para un tripartito, en caso de no alcanzarle con los votos del FDP y no decidirse a prorrogar la "excepcional" gran coalición.

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