Mesa de diálogo cierra otro ciclo constructivo pero con diferencias de fondo

  • El Gobierno de Colombia y las FARC cerraron hoy un nuevo tramo de sus diálogos de paz, que avanzan con "espíritu constructivo" y en un "ambiente de respeto" pero donde persisten diferencias de fondo entre ambas partes.

Soledad Álvarez

La Habana, 21 dic.- El Gobierno de Colombia y las FARC cerraron hoy un nuevo tramo de sus diálogos de paz, que avanzan con "espíritu constructivo" y en un "ambiente de respeto" pero donde persisten diferencias de fondo entre ambas partes.

Esas divergencias quedaron patentes cuando ambas delegaciones valoraron por separado el segundo ciclo de conversaciones iniciado el 5 de diciembre y que ha estado marcado por la puesta en marcha de mecanismos para que la sociedad colombiana participe en el proceso de diálogo.

Los negociadores del presidente Juan Manuel Santos recordaron hoy que Gobierno y guerrilla están en Cuba para negociar el fin del conflicto y acordar que "las FARC dejen de ser un grupo armado al margen de la ley y se conviertan en una organización política legal".

"Para ello no tienen que abandonar su ideología y el Gobierno no tiene que cambiar su modelo de sociedad (...) No estamos negociando el modelo de desarrollo de Colombia ni el sistema democrático de Gobierno", advirtió hoy el exvicepresidente Humberto de la Calle, líder de los negociadores del Gobierno.

Para las FARC, sin embargo, la esencia del proceso "no radica" en que la guerrilla "se convierta o no en una organización política legal para comenzar a trasegar el mismo calvario que le tocó a la Unión Patriótica a partir de la confianza de promesas retóricas".

La guerrilla insiste en que el fin de la confrontación requiere de "cambios en el modelo de sociedad y del antidemocrático sistema político" de Colombia, según una declaración que leyó el número dos de las Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia, Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", en conferencia de prensa.

Pese a esos dos planteamientos, las conversaciones de paz siguen adelante y se retomarán, según informaron hoy las partes en un comunicado, el 14 de enero en La Habana para continuar el debate sobre el complejo problema de la tierra, origen del conflicto colombiano y primer tema de la hoja de ruta del diálogo.

En ese próximo tramo, los negociadores del Gobierno esperan que las conversaciones avancen "con mayor celeridad, en forma expedita", y con "discreción" según De la Calle.

En el ciclo que culminó hoy, la mesa de negociación comenzó a recibir las aportaciones de la sociedad civil colombiana para intentar la paz a través de los distintos mecanismos acordados por Gobierno y guerrilla.

Las primeras propuestas ciudadanas que han llegado a La Habana fueron las recogidas por las mesas regionales de paz organizadas por el Congreso colombiano, a las que se van sumando las que los ciudadanos y organizaciones plantean en la página web www.mesadeconversaciones.com.co, donde ya se han recibido 2.933 iniciativas.

El próximo 8 de enero la mesa de conversaciones recibirá también las aportaciones del foro sobre desarrollo agrario integral que se celebró en Bogotá entre el 17 y el 19 de diciembre.

En un comunicado conjunto, Gobierno y guerrilla celebraron este viernes el éxito del foro y coincidieron en que "la participación ciudadana fue plural, organizada y tolerante".

El proceso de diálogo que intenta acabar con el conflicto armado que padece Colombia desde hace casi 50 año se instaló formalmente en La Habana el pasado 19 de noviembre y desde entonces los negociadores del Gobierno y la guerrilla han celebrado 21 sesiones bilaterales y más de cien horas de "trabajo intenso", en palabras de De la Calle.

Esa mesa de negociación arrancó precedida de un alto el fuego unilateral declarado por las FARC hasta el 20 de enero que, según dijeron hoy los negociadores de la guerrilla, se está cumpliendo de manera "rigurosa".

"Ha mermado de manera considerable la confrontación en muchas regiones del país donde se estaban dando combates casi de manera diaria", dijo este viernes Iván Márquez, quien volvió a reclamar al Gobierno un cese al fuego bilateral o, en su defecto, un tratado para la "regularización" del conflicto.

Las FARC tampoco renuncian a que "Simón Trinidad" esté presente en la mesa de negociación. Según Iván Márquez, la guerrilla sigue sus gestiones y ha pedido al Gobierno de Colombia que solicite a Estados Unidos la posibilidad de su traslado a La Habana.

"Simón Trinidad", cuyo nombre real es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, cumple en EE.UU. una condena de sesenta años de prisión por toma de rehenes y narcotráfico.

Pese a estar preso, las FARC le designaron como uno de sus delegados en el proceso de paz.

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