Michelle Knight: "Para mí el perdón es esencial"

Michelle Knight fue secuestrada en agosto de 2002 por Ariel Castro. Con tan solo 21 años comenzó un infierno para la joven que se prolongó durante casi once años. En su encierro no estuvo sola, ya que Castro secuestró en 2003 a Amanda Berry, que entonces tenía 16 años y en 2004 Gina DeJesus, de 14. Las tres sufrieron violaciones y palizas de manera continuada y día tras día temían por su vida.

En mayo de 2013 consiguieron escapar gracias a un descuido de su secuestrador y el mundo descubrió el calvario al que fueron sometidas. Knight ha decidido plasmarlo en un libro titulado '¡Libre al fin!' (Ed. Diana, Mexico). Por este motivo la revista 'Yo Dona' ha publicado una entrevista con Michelle, en la cual cuenta cómo fue su secuestro y cómo se desarrollaron sus años de cautiverio.

Knight ha contado a la revista como fue su secuestro. Todo sucedió en un supermercado. "Tenía una cita, él estaba allí, le pregunté el camino y se ofreció a llevarme en coche", cuenta Michelle. La joven de 21 años no conocía mucho a Ariel Castro, tan solo había escuchado a su hija hablar sobre él. Castro le dijo que su perra acababa de tener cachorritos y le propuso enseñárselos."Cometí el error de aceptar", dice. Cuando llegó a su casa el secuestrador cerró la puerta con llave y le puso una mano en la boca y después le tapó los ojos con un "trapo sucio y apestoso" y se lo ató alrededor de la cabeza con cinta adhesiva. Ahí empezó la pesadilla.Once años de violaciones continuadas

Durante esos once años la violó diariamente. Michelle se define como la "quitapenas" de Castro."Se hartaba de repetirme que todo el mundo me había olvidado", dice. "Todas las tardes al volver del trabajo me violaba, era una especie de ritual", añade. Debido a ellas, se quedó embarazada cinco veces.Todas las veces fue obligada a abortar, a base de pasar hambre y golpearle el vientre.

En la entrevista Knight también habla sobre sus dos compañeras de cautiverio, Amanda Berry y Gina DeJesus. Michelle se sentía más cercana a Gina, que tan solo tenía 14 años cuando fue secuestrada. Para ella era como su hermana pequeña. Cuenta que Castro sentía una debilidad especial por Amanda porque era rubia y que decía que era su mujer. En 2006 nació Jocelyn, el hijo de Berry y Castro. La niña sobrevivió al parto de milagro. Michelle sabía que si la niña hubiera muerto Castro la habría matado.

Su vida diaria transcurría con un "aburrimiento infinito". Lo único que hacían era escuchar la radio y ver la televisión, pero preferiblemente "programas cuyos protagonistas fuesen blancos, porque él (Castro) detestaba a los negros". Todos los fines de semana Castro ensayaba con su grupo de salsa en el sótano, y ella siempre pensó que alguno de sus compañeros podía sospechar algo.

Michelle intentó huir varias veces, pero no lo consiguió hasta el 6 de mayo de 2013. Castro olvidó cerrar la puerta con llave y Amanda se dio cuenta, aunque ella cree que "quiso dejarse atrapar". Al principio pensaban que era una trampa para probar su confianza pero finalmente Berry tuvo el valor de salir a la calle y pedir ayuda. Ella se escondió en la habitación con Gina."Perdone a Castro cuando le vi detenido ante el tribunal"

Tras su liberación, pasó una larga temporada en el hospital. Su dieta se basó en arroz, zanahorias y pizza caducada, lo cual hizo que adelgazara de manera extrema y que sufriera una enfermedad bacteriana.Michelle afirma que perdonó a su cautivo cuando lo vio detenido ante el tribunal ya que era ella la que estaba libre. Para ella el perdón es esencial. Además añade que cuando se enteró de su muerte le dio pena ya que "ni él ni su familia se merecían eso".

Actualmente vive en Cleveland y afirma "que ya no tiene pesadillas por la noche"pero sigue traumatizada "por los olores pestilentes" entre los que vivió, lo cual provoca que no soporte ningún perfume. Sus secuelas físicas son evidentes, ya que tiene cicatrices por todo el cuerpo y la mandíbula rota debido a los golpes que Castro le propinaba con una barra de hierro.

En su apartamento tiene dos grandes ventanas ya que disfruta de su libertad admirando "la belleza del cielo". Le gusta salir a la calle a pasear a su perro 'Papa' y, según cuenta, es la primera vez en su vida "que tiene la impresión de que controla su destino".