Unos 600 migrantes africanos, trasladados a refugios en el sur de Costa Rica

Unos 600 migrantes indocumentados, en su mayoría africanos, que ingresaron a Costa Rica en las últimas semanas, aceptaron abandonar la frontera con Panamá y trasladarse a un refugio habilitado por el gobierno en el poblado de Paso Canoas, informaron este viernes fuentes oficiales.

"Después de una semana de diálogo y muchos esfuerzos de coordinación interinstitucional, más de 600 migrantes irregulares, la mayoría provenientes de África, accedieron trasladarse pacíficamente al Campo Ferial en Paso Canoas, sin que hubiera necesidad de emplear la fuerza", anunció la Presidencia en un comunicado.

Las autoridades procederán ahora a identificar a los migrantes, hacerles entrevistas y chequeos médicos, "en cumplimiento de la normativa internacional y nacional de protección de los derechos humanos", agrega la comunicación oficial.

Posteriormente, estas personas serán trasladadas a centros migratorios abiertos en Río Claro y Buenos Aires, dos poblados de la zona sur del país.

Entre los migrantes, que buscan llegar a Estados Unidos, hay personas adultas solas, así como familias con niños, según las autoridades migratorias costarricenses, y a cada quien se le dará una ubicación apropiada para su situación.

La subdirectora de Migración, Gladys Jiménez, dijo que los migrantes no serán sometidos a prisión, pero que deberán cumplir medidas de control, como acudir periódicamente a firmar a una oficina pública mientras se resuelve su situación migratoria.

"Nuestra principal preocupación con estas personas es identificarlas y saber quiénes son, una vez que hemos esclarecido esto a través de los diferentes mecanismos de control, se efectúa el cambio de medida, según corresponda", explicó Jiménez.

Los migrantes africanos ingresaron a Costa Rica por Panamá, luego de un largo recorrido que habrían iniciado presumiblemente en Brasil, según relataron algunos de ellos a la prensa local.

Costa Rica ha experimentado una situación de crisis en los últimos meses debido a grandes olas migratorias que se dirigen por tierra a Estados Unidos, pero a las que otros países centroamericanos han cerrado sus fronteras.

A principios de este año, el gobierno costarricense logró coordinar con otros gobiernos de la región y organismos internacionales, para facilitar el paso hacia el norte a unos 8.000 migrantes cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos, un proceso que duró varios meses y concluyó en marzo pasado.

Los isleños habían quedado varados en este país desde noviembre, luego de que Nicaragua les impidió el paso por su territorio.

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