Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, ha aparecido muerto en su finca cordobesa de Villanueva del Rey con un disparo en el pecho efectuado por un rifle de caza. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación y no descarta ninguna hipótesis, incluida la del suicidio.
Blesa estaba desayunando con unos amigos antes de salir de cacería y se ha levantado diciendo que iba a mover el coche. A continuación los amigos han escuchado un disparo y al acercarse se han encontrado el cuerpo de Blesa ya sin vida en el interior del vehículo, donde tenía sus armas. Los servicios de emergencia han certificado su muerte a las 8:40, tras recibir una llamada de alerta efectuada por un trabajador del complejo a las 7:50.
La finca de 1.600 hectáreas en la que ha sido hallado el cuerpo se llama Puerto del Toro, un lugar que frecuentaba para cazar en la provincia de Córdoba y al que había llegado cerca de las 2 de la mañana, sin su mujer. El recinto no era de su propiedad, sino de la Sociedad Rozuelas del Valle S.L, y la gestión del coto está a nombre de Fermín Gallardo y Rafael Alcaide que se encontraba en el lugar el momento de los hechos, junto con un trabajador de la finca y el guarda.
El ex presidente de Caja Madrid era un gran aficionado a la caza y poseía licencias D y E para un total de 15 armas, utilizadas para la caza mayor.Condenado a 6 años
Blesa, que iba a cumplir 70 años el próximo 8 de agosto, fue condenado por la Audiencia Nacional a seis años de cárcel por el uso de tarjetas black de Caja Madrid.
Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2010, recibió la condena más alta de los 65 encausados por el uso de estos plásticos. La Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal determinó que actuó al margen de la legalidad al atribuirse a sí mismo y los otros beneficiarios una tarjeta corporativa al margen del salario acordado y cuyo uso no precisaba de justificación de gastos.
Su defensa, que durante los cuatro meses que duró la vista oral insistió en que los acusados estaban siendo condenados antes incluso de existir sentencia, recurrió la resolución no firme ante el Tribunal Supremo, que estaba pendiente de pronunciarse sobre la misma.
Paralelamente el banquero tenía pendiente otra causa instruida en los juzgados en Plaza Castilla también relacionada con su gestión al frente de la caja madrileña. El expresidente de Caja Madrid estaba a la espera de conocer la fecha de celebración de este nuevo juicio en el que se enfrentaba a una petición de cárcel de 4 años por parte de la Fiscalía Anticorrupción.
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