Argel.- Miles de guardias comunales, cuerpo de seguridad argelino dependiente del Ministerio de Interior, rompieron hoy un cordón policial y llegaron ante la sede de la Asamblea Nacional, en el centro de Argel, para protestar contra un plan que prevé el recorte de sus efectivos, según constató Efe.
Entre 6.000 y 7.000 agentes de la Guardia Comunal procedentes de todas las provincias del país permanecen concentrados ante la sede parlamentaria, en lo que representa una protesta inhabitual en Argel, donde las manifestaciones son impedidas normalmente por la Policía.
Los guardias comunales, muchos de ellos mutilados o con heridas ocasionadas por la lucha antiterrorista, ocupan la amplia avenida colonial frente al mar de la capital que lleva el nombre de Ernesto Che Guevara, cortada a la circulación en ambos sentidos.
"Estamos hartos de promesas. Hemos cumplido nuestro deber nacional, ¿dónde están nuestros derechos?", gritan los guardias comunales, entre los que figuran muchas personas de avanzada edad, pero también jóvenes en la treintena.
Este cuerpo fue creado en 1994 para ayudar a la lucha antiterrorista en las zonas rurales.
Tras la relativa disminución de los atentados terroristas en los últimos años, el Gobierno argelino ha decidido reorganizar su sistema.
La semana pasada el ministro de Interior argelino, Dahu Uld Kablia, anunció a los representantes de los guardias comunales un plan de reorganización, que contempla la distribución de algunos agentes en las fuerzas regulares del Ejército y la incorporación de otros como agentes de seguridad municipales.
"Comunales, hombres de pie", gritan hoy los concentrados en referencia a la consigna que tenían durante la década de los noventa en su lucha contra el terrorismo islamista.
Entre los concentrados hay varios que muestran heridas y mutilaciones de la lucha antiterrorista. Uno de ellos se sacó esta mañana una prótesis de su pierna y la levantó ante la sede de la Asamblea Nacional en señal de protesta.
La Guardia Comunal cuenta actualmente en todo el país con cerca de 94.000 agentes, según indicaron a Efe fuentes del cuerpo.
Desde 1994 ha registrado 4.600 muertos y miles de heridos entre sus filas, añadieron las mismas fuentes.
Los agentes rechazan la reorganización propuesta por Interior y exigen indemnizaciones por sus 17 años de servicio.
"Estuvimos en el primer lugar de la lucha antiterrorista y hoy el Gobierno intentan desembarazarse de nosotros", dice a Efe Areski Jilali, un guardia comunal con heridas en el vientre, en el cuello y restos de metralla de una bomba en las piernas.
"Nuestra acción no tiene ninguna connotación política, sólo queremos nuestros derechos", recalca este padre de dos hijos que cobra cerca de 200 euros mensuales al cambio.
La mayoría de los guardias portan su uniforme de combate azul con gorra, y muchos sostienen banderas de Argelia y algunas fotos del presidente del país, Abdelaziz Buteflika.
La concentración de los guardias y los alrededores de la Asamblea Nacional se encuentran controlados por centenares de agentes antidisturbios y camiones equipados con lanzadoras de chorros de agua.
Mientras tanto, una delegación de representantes de los guardias comunales se encuentra reunida con el presidente de la Asamblea Nacional, Abdelaziz Ziari, para exponerle sus demandas.
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