Un militar estadounidense muere en Irak en un ataque del EI

Un ataque del grupo Estado Islámico (EI) contra las fuerzas kurdas mató este martes a un militar estadounidense de la coalición antiyihadista en el norte de Irak, donde Acnur teme una nueva oleada de desplazados por los combates.

Este militar, al menos el tercero estadounidense en morir por disparos enemigos en Irak desde que el EI se hiciera con el control de amplios sectores en 2014, pertenecía a los Navy Seals, las fuerzas especiales, indicaron responsables de Defensa estadounidenses.

El portavoz del Pentágono, Peter Cook, explicó que el soldado murió en un ataque de los yihadistas contra una posición de los peshmergas kurdos al norte de Mosul, la segunda ciudad iraquí y el bastión de la organización extremista sunita en Irak.

El soldado, que llevaba a cabo una misión de asesoramiento, fue abatido por "fuego directo" en un momento en que miembros del grupo EI "penetraron el frente peshmerga", precisó un responsable militar de la coalición internacional a la AFP.

El ataque se llevó a cabo con vehículos bomba y buldócers, indicó por su parte un responsable de la coalición. Los militares estadounidenses "lucharon, pero eran poco numerosos" y tuvieron que marcharse en helicóptero tras la muerte de su compañero, agregó.

Cerca de 4.000 militares estadounidenses siguen presentes en Irak en el marco de la coalición para asesorar y entrenar a las fuerzas gubernamentales, sin participar directamente en los combates terrestres contra el EI.

Algunos de ellos apoyan a los peshmergas desplegados en la provincia de Nínive, donde se encuentra Mosul.

El secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, anunció, en una reciente visita a Bagdad, el despliegue de 200 soldados adicionales y de helicópteros de ataque para apoyar a las fuerzas iraquíes en la reconquista de Mosul.

Las fuerzas federales iraquíes y kurdas, apoyadas por la coalición internacional, lanzaron en marzo una ofensiva contra el EI para retomar Mosul y se encuentran actualmente a al menos 50 kilómetros de la ciudad.

Esta operación militar contra los yihadistas del EI podría provocar el desplazamiento de 30.000 civiles en las próximas semanas, advirtió el martes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

"Con la continuación de la ofensiva militar, 30.000 nuevos desplazados" podrían llegar a la región de Majmur "en las próximas semanas", indicó Acnur, en referencia a una ciudad en el sur de Mosul que sirve como principal base de la operación militar.

Las organizaciones internacionales temen que una operación militar de envergadura para retomar Mosul a los yihadistas provoque un desplazamiento masivo de la población que Irak no puede administrar.

El EI atacó además a los peshmergas en varias zonas el martes para "dificultar el plan de liberación de Mosul", declaró un portavoz de los combatientes kurdo-iraquíes, Jabar Yawar.

El director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) aumentó el martes los temores que pesan sobre el grupo yihadista, al calificar de "muy preocupante" la posibilidad de que el EI pueda fabricar sus propias armas químicas en Irak y en Siria, como apuntan varios indicios.

La jornada había comenzado, sin embargo, con la asistencia de decenas de miles de peregrinos al santuario del imán Musa al Kazim para festejar el aniversario de la muerte, en 799, del séptimo de los 12 imanes venerados por el islam chiita.

La organización extremista sunita, que considera a los chiitas como herejes, reivindicó en el pasado varios atentados contra los peregrinos.

La peregrinación, que ya fue blanco en los últimos días de dos ataques que dejaron 37 muertos, se desarrolla en medio de fuertes medidas de seguridad y en un contexto de crisis política en Bagdad.

Varios partidos se oponen al proyecto del primer ministro Haider al Abadi de formar un gobierno de tecnócratas por miedo a perder sus privilegios.

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