Militares custodian escuelas de Acapulco ante amenazas del crimen organizado

Efectivos del Ejército, la Marina, la Policía Federal y la estatal vigilarán hasta que inicien las vacaciones de Navidad estos centros educativos periféricos, que suspendieran clases la semana pasada alegando que narcotraficantes estaban extorsionando y atacando a profesores.

El foco rojo se prendió coincidiendo con el inminente pago de los generosos aguinaldos a los maestros y tras las denuncia de extorsiones a directivos de la Secundaria Técnica número 200 o en el colegio Miguel Hidalgo y Costilla, donde un profesor fue secuestrado y liberado horas después con algunos golpes.

"En el tema del número de elementos en estos operativos, estratégicamente no es conveniente decirlo, pero serán los elementos suficientes para poder regresar la tranquilidad a las escuelas", dijo el secretario de Educación del estado de Guerrero, José Luis González de la Vega, al supervisar el inicio de las acciones de vigilancia.

Centenares de niños entraban este martes a sus escuelas bajo la atenta mirada de soldados fuertemente armados que trataban de dar tranquilidad a trabajadores y familias en este puerto del Pacífico de Guerrero, uno de los estados más afectados por el narcotráfico en México.

En febrero pasado, alrededor de 1.000 soldados fueron desplegados en más de 100 escuelas de la periferia de Acapulco (a unos 370 km al sur de Ciudad de México) para frenar la irrupción de asesinatos, secuestros y extorsiones contra profesores.

Sólo en 2014, el gobierno de Guerrero había reportado el asesinato de 21 docentes y el secuestro de otros 10.

Acapulco es la ciudad con más homicidios de todo México y se encuentra a unos 250 km de Ayotzinapa, donde estudiaban los 43 jóvenes que desaparecieron hace más de un año y que fueron presuntamente masacrados por narcotraficantes, en un crimen que conmocionó al mundo.

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