"Nunca hemos abierto fuego, pero si somos atacados, en respuesta no contaremos las balas después de apretar el gatillo", ha señalado Singh en un discurso recogido por la cadena india NDTV. Singh se ha dirigido a las Fuerzas de Seguridad de la Frontera en la segunda jornada de visita en Rajasthan, en la controvertida región de Cachemira cuya soberanía se disputan Islamabad y Nueva Delhi.
Singh, ha prometido a los miembros de seguridad que el Gobierno hara todo lo posible para mejrorar las infraestructuras en la frontera, que incluya la iluminación completa de la misma y la construcción de una carretera que discurra en paralelo a la valla.
Las condiciones en las que trabajan los militares indios en la frontera ha sido discutida en las últimas semanas, al conocerse que algunos de los puestos no cuentan con una instalación de teléfono adecuada, y hay escasez de chalecos antibalas.
Hace tres semanas cuatro milicianos se infiltraron en la base india en Uri, en Cachemira, y mataron a 19 militares. India ha acusado directamente a Pakistán de este incidente, si bien Islamabad ha rechazado cualquier responsabilidad.
"Nuestra herencia es 'Vasudev Kutumbakam', lo que significa que todo el mundo es una familia. No pretendemos ocupar las tierras de otros", ha señalado el ministro, en un intento de aplacar la creciente tensión que se vive en la zona.
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