París, 21 nov.- El ministro francés del Interior, Claude Guéant, dijo hoy en TF1 que "hubo un mal funcionamiento" en el caso del joven de 17 años que confesó haber violado y asesinado a una compañera de instituto, Agnes Marin, de 13 años, el pasado miércoles.
Guéant consideró que tras haber sido detenido durante cuatro meses por haber violado en 2010, a una niña de otro centro escolar en condiciones particularmente salvajes, caso por el que estaba procesado a la espera de juicio, el joven no debía haber sido internado en un instituto mixto.
Aparentemente hay duda sobre si el responsable del centro conocía las razones por las que había sido encarcelado durante cuatro meses, "pero en todo caso ni el alcalde, ni la gendarmería, ni el psiquiatra que se ocupaba de él estaban al corriente", dijo.
El ministro consideró indispensable llevar a cabo una profunda reforma de la justicia relacionada con los menores tras las elecciones presidenciales de 2012.
Previamente hay que "reflexionar mucho", "reunir textos de leyes y códigos diversos", añadió.
"Lo primero que hay que hacer es romper el sentimiento de impunidad" de los delincuentes menores, entre otras razones porque un menor de 16 años de hoy es muy diferente de un menor de la misma edad a mediados del siglo XX, estimó.
La muerte en condiciones atroces de la joven Agnes ha conmocionado a la opinión pública en Francia y abierto una polémica que inquieta en los rangos de la izquierda francesa a quienes temen que un caso así sea instrumentalizado con objetivos presidenciales.
De otro lado, el primer ministro, François Fillon, dijo hoy que su "prioridad absoluta" era prevenir las recaídas en casos como este y consideró que los menores autores de crímenes de gravedad deben ser sistemáticamente internados en centros cerrados, a la espera de ser juzgados.
En esos mismos casos, los ministros de Educación y Justicia deberán garantizar que no se podrá realizar una inscripción escolar sin ofrecer una información completa al responsable del centro y al psiquiatra encargado de seguirle allí, informó un comunicado, al término de una reunión interministerial.
El asesino confeso, Mathieux, alumno al igual que su víctima de un internado de la localidad de Le Chambon-sur-Lignon, en la región de Clermont Ferrand, explicó a los investigadores cómo violó, asesinó y luego quemó el cadáver y les guió hasta el lugar donde lo había escondido.
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