Quiere que GSMA renueve para varios años

Moncloa se mueve para renovar el Mobile tras el fiasco por culpa del coronavirus

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
Europa Press

Moncloa no quería que se cancelara el Mobile de 2020. Tampoco la Generalitat, ni siquiera el Ayuntamiento de Barcelona dirigido por Ada Colau. Pero John Hoffman, CEO de la Asociación Mundial de Operadores de Telefonía Móvil (GSMA), ha transmitido a todas las administraciones que no le quedaba otra. Al final la decisión, no exenta de polémica, ha sido la de no celebrar una de las principales ferias para la economía y la proyección española. Pero la estrategia del Gobierno es ahora otra: amarrar que el congreso se siga celebrando en la Ciudad Condal hasta el año 2028.

El cortejo ha comenzado. El Gobierno de coalición quiere que GSMA, ahora que la empresa ha tomado una decisión unilateral tan contundente, reafirme su compromiso con Barcelona y España. Así lo expresó ayer Moncloa en un comunicado en el que, primero, arremetió contra la cancelación y, más tarde, instó a que la feria "continúe siendo la más importante del sector a escala internacional". El Ejecutivo de Sánchez dejo negro sobre blanco que su deseo es renovar el "compromiso" para seguir trabajando juntos "durante los próximos años".

Fuentes del Gobierno explican que en las horas previas a la cancelación del Mobile las conversaciones con los organizadores fueron intensas. El equipo de Sánchez no quería que se diera una sensación de "psicosis" si no se celebraba el congreso, pero el goteo de participantes que se iban borrando del mismo era constante. LG, Vodafone, BT, Deutsche Telekom, AT&T... era un órdago a GSMA, que veía hora a hora, prácticamente, como su gran evento iba quedan descafeinado.

Así, mientras Moncloa se esforzó en dejar claro que el Mobile no se cancelaba "por razones de salud pública", los organizadores ofrecieron una versión diferente: causas de fuerza mayor. Fuentes empresariales apuntan a que la explicación que les llega desde GSMA es que había temor a un congreso semivacío, sin buena parte de sus participantes y con unas conclusiones al mismo totalmente descafeinadas. 

Lo único positivo que podría extraerse de la crisis del Mobile es el "frente común" que han conformado Gobierno central, Generalitat de Cataluña y Ayuntamiento de Barcelona para cerrar filas en torno al congreso. Todos quieren que se renueve el compromiso firmado hasta 2023. Se deja así atrás a las críticas que han llegado, especialmente desde el departamento dirigido por Colau contra un evento que ha sufrido numerosos avatares en los últimos años: primero fue el referéndum independentista del 1 de octubre, luego vino el 155 y las elecciones del 21-D, después la sentencia del 'procés' y los disturbios violentos en las calles... y, la guinda, el cruce de declaraciones entre Colau e Isabel Díaz Ayuso.

Desde la organización del Mobile llevan tiempo transmitiendo a las autoridades españolas (Mobile World Capital es una fundación participada por el Gobierno central, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona) su disposición inicial a continuar celebrando el evento en la Fira de Montjuïc. No quieren, eso sí, más problemas que alteren la presencia de las decenas y decenas de directivos mundiales que este año estarán ausentes.

Los empresarios piden un mayor compromiso

Los empresarios han hablado públicamente a través de Foment del Treball y de CEOE. La patronal catalana emitió ayer un comunicado asegurando que "hay que pasar página y garantizar más ediciones del congreso, más allá del 2021". Es decir, instaba a la renovación del compromiso de GSMA con Barcelona. La organización dirigida por Josep Sánchez Llibre aseguró que "entiende y respeta la decisión de la patronal GSMA de suspender la edición del MWC de este año", pero que "en ningún momento se cuestiona la seguridad de Barcelona, Cataluña y España. Nuestro país cuenta con un excelente sistema de sanidad y servicios públicos".

CEOE, por su parte, hizo público un comunicado más blando y no quiso mojarse sobre la renovación del contrato. La patronal nacional aseguro que lamenta "la pérdida económica y de empleos que conlleva, confiando en que este perjuicio pueda ser mitigado a la mayor brevedad". "También queremos dejar claro que Barcelona, así como de Cataluña y España en su conjunto, reúnen todas las garantías necesarias en materia de seguridad sanitaria", en línea con la opinión del Gobierno.

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