Pedro Sánchez se ha convertido en el séptimo presidente del Gobierno de España y lo ha hecho como ninguno de sus predecesores lo había conseguido, ganando una moción de censura. Se abre ahora un nuevo Ejecutivo, que tendrá que nombrarse la próxima semana y que deberá afrontar el reto de gobernar con 85 diputados. Lo que no tiene en convocar elecciones a corto y medio plazo, sino retrasarlas lo máximo posible.
La estrategia del nuevo jefe del Ejecutivo pasa por retrasar esas generales más allá de las municipales, autonómicas y europeas que se celebrarán el domingo 26 de junio de 2019. Así lo ha pactado Pedro Sánchez con el PNV, el partido que ha votado 'sí' a la moción de censura decantando el adiós precipitado de Rajoy. Según indican fuentes socialistas, las elecciones, por tanto, serán en otoño de 2019 o, incluso, no se descarta que se celebren en el verano de 2020.
Para llegar a esa fecha, Sánchez va a comenzar su etapa en La Moncloa centrado en aprobar sus propios Presupuestos Generales del Estado. De momento aceptará los del PP de 2018, que aún tienen que pasar el trámite en el Senado y ante los que los populares no tocarán ni una coma. El nuevo inquilino de La Moncloa ha asegurado que esas cuentas públicas de 2019 estarán listas "en tiempo y forma". Será a partir de este verano cuando su Gobierno comience a trabajar en la tramitación de los próximos PGE.
Sánchez llega La Moncloa consciente de que la tarea que le queda por delante es "muy importante". Es consciente, según su entorno, de lo complicado que va a ser gobernar con 85 diputados, pero está dispuesto a poner en marcha su ambicioso plan económico y social. Para el nuevo presidente lo más importante va a ser garantizar la estabilidad social, impulsar la protección medioambiental, la regeneración democrática, la estabilidad presupuestaria y cumplir los compromisos con Europa.
La hoja de ruta económica de Sánchez
El nuevo presidente del Gobierno ha fijado durante la moción de censura su hoja de ruta en materia económica. Además, de los Presupuestos, su prioridad es desbloquear una serie de iniciativas parlamentarias que ya cuentan con un amplio consenso y que han sido vetadas por el PP, como la supresión del 'impuesto al sol', la modificación del mecanismo de nombramiento del presidente de RTVE o la reversión de las reformas introducidas por el Ejecutivo en el mercado de alquiler de vivienda.
Además, Sánchez quiere impulsar la I+D+i, aprobar un Pacto de Rentas para elevar los salarios, priorizar las energías renovables, recuperar el Pacto de Toledo, impulsar la igualdad salarial y de oportunidades entre hombres y mujeres o aprobar el famoso impuesto a la banca, entre otras medidas. Los socialistas también ya han advertido que estas medidas suponen un gasto y que tanto los mercados como las instituciones comunitarias y Alemania van a recibir de uñas al nuevo Ejecutivo socialista.
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