El aniversario de Sánchez en Moncloa: un año de la moción que cambió (casi) todo

Perdo Sánchez y Mariano Rajoy
Perdo Sánchez y Mariano Rajoy
EFE

11:32 del 1 de junio de 2018. Es un día histórico para el PSOE. Y también para el PP. En ese momento el Congreso de los Diputados eligió como presidente a Pedro Sánchez tras ganar la primera moción de censura de la historia. Parece mucho más, pero sólo han pasado 365 días de una jornada que dio la vuelta a todo el tablero político. ¿Cuál es el principal hito de este año de sanchismo? "Subir el Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros", afirma orgulloso uno de los colaboradores del presidente.

"Ese día cambiamos el modelo de país, se puso fin al Gobierno soportado por el único partido de Europa condenado por corrupción. Y para nosotros fue ver la luz", explica otro socialista. Efectivamente, el momento en el que el PSOE presentó la moción de censura no era el mejor para Pedro Sánchez. Ciudadanos mandaba en los sondeos, como demostró el CIS de abril de 2018, y superaban con comodidad a los socialistas. Se podría decir, por tanto, que Ferraz atravesaba una crisis a pesar de los esfuerzos por intentar resurgir (ya había aterrizado Iván Redondo como mano derecha de Sánchez). Se hablaba del mal momento de la socialdemocracia europea, de un Sánchez que no terminaba de convencer... Y ese 1 de junio todo cambió para un dirigente que ni siquiera era diputado y que llegó a La Moncloa en cuestión de una semana.

En el lado opuesto, en las filas del PP, ocurrió justo lo contrario. Mariano Rajoy acababa de aprobar los Presupuestos gracias al apoyo del PNV y se preparaba para cerrar una legislatura que se presumía tranquila. Pero la sentencia de la Gürtel fue una bomba que hizo que todo saltara por los aires. Ese día fue el principio del fin de una etapa y de una generación de dirigentes del PP para dar entrada a una nueva hornada liderada por Pablo Casado. Algunos todavía no se creen haber vivido esa catarsis en solo un año. A Rajoy le mandaron al registro de la propiedad de la Castellana y los todopoderosos Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro, María Dolores de Cospedal, Fátima Báñez... han tenido que jubilarse de la política.

Volvamos a Sánchez y al PSOE. Tenía 84 diputados y pudo aprobar algunas medidas. A destacar, sin duda, los famosos 'viernes sociales': sanidad, dependencia, Educación, pensiones, funcionarios... y la citada medida estrella, la subida del SMI, aunque fuera una exigencia original de Pablo Iglesias. "Nos quedamos con las políticas sociales que han puesto fin a los recortes", opina otro sanchista a modo de resumen.

Para el sanchismo la moción de censura significó el principio de la 'operación remontada'. El partido no levantaba cabeza desde 2010. La crisis y las últimas políticas de Zapatero les dejaron hundidos. En cambio, la realidad hoy es muy distinta. Sánchez puede presumir de haber ganado dos elecciones, de haber pintado prácticamente todo el mapa de rojo socialista y de estar en condiciones de conformar un Gobierno con apoyos puntuales para los próximos cuatro años. Se ha convertido, además, en el líder de referencia de la socialdemocracia europea, llamado a ocupar un papel destacado como hombre fuerte comunitario durante los próximos años. 

Resultado de la moción de censura

España también ha vivido en el último año la irrupción de Vox, un quinto partido a nivel nacional que ha sacudido todo el panorama político y que está en condiciones de elegir el color de diferentes gobiernos. En el PSOE creen que la llegada de los de Abascal al Congreso "ha sido coyuntural" y que no son tan decisivos como apuntaban los sondeos. Hablan, incluso, de un 'efecto gaseosa' tras lo ocurrido el pasado domingo en las municipales y autonómicas.

La china en el zapato de Pedro Sánchez durante este año ha sido Cataluña. Dicen en el equipo del presidente en funciones que este asunto será trascendental, de nuevo, durante los próximos cuatro años. Sin embargo, no esperan un relación cordial en esta nueva etapa. Tras la moción de censura hubo cierta distensión, con el levantamiento del control financiero a la Generalitat en el primer consejo de ministros y con Quim Torra visitando La Moncloa. Pero todo se torció por la figura del 'relator' y por los Presupuestos que tumbaron los independentistas. "Aquí no hemos avanzado nada", concluyen desde el socialismo.

Estos han sido los grandes éxitos del primer año de Sánchez. Pero también hay que repasar algunos aspectos del 'debe'. Y uno de ellos es la ausencia de reformas. Han sido doce meses de parálisis, de falta de acuerdos y de negociaciones rotas por falta de consenso. Por eso, los próximos cuatro años deberían servir para ver cambios estructurales, especialmente en lo que se refiere al sistema de la Seguridad Social y a los desafíos que vienen a un país donde los gobiernos deben acostumbrarse a pactar. Así se lo han pedido los españoles en este último CIS.

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