El calvario de los camareros de Moncloa: se quedan en paro tras meses sin cobrar

El calvario de los camareros de Moncloa: medio año sin cobrar, bajas y sin trabajar
El calvario de los camareros de Moncloa: medio año sin cobrar, bajas y sin trabajar
EFE

Los 33 camareros de La Moncloa están pasando por un auténtico calvario laboral. Son los encargados de servir un pincho de tortilla a los altos cargos del Gobierno. También una ensaladilla rusa que, según cuenta, "está muy buena". Todo ello acompañado de café con leche o un refresco, a gusto del consumidor. O también se encargan de dar el servicio en el comedor o en las cafeterías del complejo. Muchos llevan "toda la vida" trabajando en las instalaciones. Pero ahora, por motivos ajenos a ellos, se quedan en el paro. El problema es que la empresa para la que trabajan no puede continuar prestando los servicios para los que fueron contratados.

La situación de estos 33 profesionales es límite. Alguno trabajó con Aznar, Zapatero, Rajoy, Sánchez... y ahora se ve en la calle. La empresa que ganó la licitación del servicio de restaurante y bar-cafetería del complejo de La Moncloa, Dulcinea Nutrición, ha comunicado que no puede hacer frente al pago de las nóminas. Según explican los trabajadores afectados y confirman fuentes del Gobierno, la firma -que se llevó este servicio en 2017 para los siguiente cuatro años- tiene contraída una deuda con los trabajadores de cuatro meses y ya les ha hecho saber que el presente mes de diciembre tampoco podrá pagar sus honorarios. Además, cuenta con una importante deuda en el pago de las cuotas a la Seguridad Social, según indican las mismas fuentes.

Las consecuencias de esta situación ya se notaron ayer martes, 10 de diciembre: cerrado el comedor de La Moncloa, sin servicio en la cafetería del edificio INIA, no podrá abrir el pequeño bar del edificio del portavoz, las máquinas de 'vending' no darán servicio, los altos cargos no tendrán servicio de restauración y las autoridades que visiten el complejo se quedarán sin catering. Ahora tocará buscarse la vida o traerse alimentos de casa.

Hay 2.000 afectados, según fuentes gubernamentales. Y hasta la ministra portavoz en funciones, Isabel Celáa, no tendrá quien le ofrezca un vaso de agua en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. Solo se 'salva' de esta situación el presidente del Gobierno, ya que en el Palacio la restauración corre a cargo de otro tipo de personal de confianza. 

El actual Gobierno no ha podido hacer nada para salvar el empleo de estos 33 trabajadores. Aunque lo intentó. El subsecretario de la Presidencia, Antonio Hidalgo, contactó con varias empresas para que pudieran hacerse cargo del servicio de restauración en La Moncloa. Una firma especializada (su nombre se omite al no haberse llegado a un acuerdo con ella) mostró su interés y llegó a negociar con el Gobierno. Cuando les comunicaron que deberían hacer frente a las deudas de Dulcinea se rompieron las conversaciones. Y eso a pesar de que los profesionales llegaron a aceptar no cobrar los cuatro meses de salario que se les adeuda a día de hoy, indican.

La historia se repite dos años después

No es la primera vez que los camareros de Moncloa sufren los problemas de las contratas que se hacen con el servicio. En 2017 la adjudicataria del servicio, Ramiro Jaquete SA, quebró y dejó a estos profesionales en una situación crítica. Estuvieron tres meses sin cobrar, se movilizaron... y de repente apareció Dulcinea Nutrición, que subrogó a todos los trabajadores y pudo salvar sus puestos de trabajo.

La empresa que se ha encargado del servicio de restauración de La Moncloa ya fue objeto de polémica cuando el cocinero Alberto Chicote denunció en uno de sus programas de televisión, '¿Te lo vas a comer?', las condiciones de los alimentos que servía esta firma en el cuartel de Camposoto, en Cádiz. 

Dulcinea Nutrición es una empresa que ha ganado 47 contratos de la administración desde el año 2014. El de la restauración de Moncloa fue adjudicado por 1,7 millones venciendo a otras seis compañías, entre las que se encontraba Eulen. También se ha encargado de los comedores escolares en centros públicos de Castilla-La Mancha en los últimos dos años (2,5 millones) y de la comida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta (2,7 millones). La Información intentó contactar ayer por la tarde con la firma pero no recibió contestación.

El subsecretario de Presidencia va remitir en los próximos días una carta a Dulcinea Nutrición comunicando que el Gobierno da por finalizada la relación contractual con la compañía. Esa misiva también servirá a los 33 empleados para poder registrarse en el paro. A partir de ahí Moncloa licitará una nueva contratación, pero el propio Hidalgo ya ha advertido a los afectados que el procedimiento puede durar más de tres meses.

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