Moncloa quiere que La Caixa y Sabadell ayuden a "tender puentes" con Cataluña

  • El Gobierno considera a los grandes empresarios catalanes como una "pieza clave" para solucionar la crisis a partir de este 2 de octubre.
Sede central de La Caixa
Sede central de La Caixa

El referéndum ha dejado heridas políticas y sociales que van a tardar muchos años en cicatrizar. La población catalana está partida en dos y restablecer el diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat no va a ser nada fácil. En Moncloa son conscientes de ello, pero el entorno de Mariano Rajoy ya está pensando en cómo "tender puentes" a partir de este 2 de octubre con Cataluña. Para hacerlo en el Ejecutivo creen que una "pieza clave" van a ser los grandes empresarios catalanes y el papel que puedan jugar a partir de ahora, según confiesan a La Información fuentes del equipo del Presidente. En el Ejecutivo cuentan con su colaboración activa.

Rajoy y su entorno se han sentido muy solos hasta este 1 de octubre. Ninguno de los grandes empresarios catalanes se ha significado del lado del Ejecutivo, lo que ha provocado momentos de tensión en Moncloa, tal y como se ha venido contando en estas páginas. En general los presidentes y consejeros delegados con despacho en Barcelona han guardado silencio en relación al proceso independentista, pero también ha habido alguno que ha provocado un incendio, como el caso del presidente de la CEOE, Juan Rosell, cuando habló de que había espacios entre la "sumisión" y la "secesión".

Pese a las tensiones, Gobierno y empresario sellaron un acuerdo no escrito a falta de quince días para el día de marras. Quedaban apenas dos semanas para el 1-O cuando el Ejecutivo central y los grandes popes de las finanzas catalanas pactaron un 'fair play' conscientes de que a partir de este día 2 el problema en Cataluña iba a subsistir y de que ambas partes iban a tener que colaborar sí o sí.

Ese día ha llegado y en Moncloa ya miran a los prohombres de las empresas catalanas para trabajar codo con codo y encontrar una solución que nadie sabe cuál es. Fuentes cercanas a Rajoy citan los nombres de compañías como La Caixa (hay que recordar que Isidro Fainé ha sufrido hasta tres escraches en su domicilio particular) y Banco Sabadell como dos actores que van a tener que jugar un papel activo a corto y medio plazo. También se alude al Círculo de Economía (presidido por Juan José Brugera, Colonial), a Foment del Treball (con Joaquim Gay de Montellà al frente) y a la Cámara de Comercio (presidida con Miquel Valls y con Joan Gaspart de vocal), además de a la CEOE (dirigida por Rosell y a quien el propio Rajoy ya le ha tomado la matrícula), como figuras que deben adoptar un protagonismo mayor del que han tenido hasta ahora.

Dos mesas de negociación

En el Gobierno central ya se empieza a hablar de la necesidad de abrir una "mesa de negociación" con actores de perfil eminentemente económico. Sería un grupo de diálogo paralelo al que se realice a nivel político, ya que Rajoy anunció este domingo la puesta en marcha de contactos entre todas las fuerzas parlamentarias para encontrar una solución a la fractura. Las fuentes consultadas consideran que incluso antes de abrir un diálogo de carácter político habría que inaugurar estos contactos con unos empresarios con los que el Gobierno apenas ha habido relación hasta ahora.

Sería, por tanto, una especie de 'Operación diálogo II', una segunda fase del plan liderado por Soraya Sáenz de Santamaría pero con otro tipo de actores, al menos en sus inicios. En Moncloa, además, no consideran a Puigdemont y Junqueras como unos interlocutores válidos después de lo sucedido y lo que aún puede llegar con una posible Declaración Unilateral de Independencia (DUI) en los próximos días, según afirmó el ministro portavoz Íñigo Méndez de Vigo tras el Consejo de Ministros del pasado viernes

La Caixa y el problema que se veía venir

La Caixa (o CaixaBank) ha sido una entidad que los radicales han puesto en su punto de mira en las últimas semanas. Diputados de la CUP promovieron una campaña de boicot a la compañía por el silencio que ha mantenido en los últimos meses. Para buena parte de la sociedad catalana La Caixa es considerada, junto con el FC Barcelona, toda una institución. Por ello, cuando el club deportivo se posicionó a favor del derecho a votar, los más radicales pidieron una declaración similar del banco que nunca llegó.

Respecto a la estrategia que está siguiendo el Gobierno de Rajoy en esta crisis, la opinión que sale de los grandes empresarios catalanes es, en general, totalmente crítica. "Es un problema que no vieron venir en Madrid", afirman. "Nos decían que veían descabellado que Puigdemont y Junqueras llegaran hasta el final", añaden. Desde las principales compañías con sede en Barcelona afirman que desde hace años venían advirtiendo a Moncloa de que la sociedad catalana empezaba a verse "oprimida" por el Ejecutivo central y que la ausencia de inversiones empezaba a generar cada vez más independentista. "Pero no nos hicieron caso", lamentan.

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