Será "puramente temporal"

Montero minimiza el choque con UP tras negarse a prohibir los desahucios

La inclusión en la Ley de Vivienda de la medida, para que sea permanente en vez de finalizar al mismo tiempo que el estado de alarma, ha generado aún más tensión entre los socios de la coalición de Gobierno.

Montero e Iglesias el pasado miércoles en el Congreso
María Jesús Montero y Pablo Iglesias en el Congreso.
Dani Gago

La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha restado este martes importancia a las discrepancias internas entre los socios de la coalición y ha asegurado que lo que hay es "diálogo rico, plural y diverso" sobre las medidas a adoptar y un Ejecutivo centrado en trabajar para "no dejar a nadie atrás", y no en "mirarse el ombligo".

Así lo ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha rechazado una de las propuestas que ha planteado Unidas Podemos para la futura ley de vivienda, que está siendo fruto de tensiones entre los socios; en concreto, la de incluir en esa norma la prohibición de los desahucios, para que sea permanente.

Según ha explicado Montero, esta medida se aprobó con carácter "puramente temporal" y tenía como límite de vigencia la finalización del estado de alarma y, por lo tanto, lo lógico es que no se contemple dentro de la nueva Ley de Vivienda.

Reunión para coordinarse

Se trata de una nueva diferencia entre los socios, que se reaviva pocos días después de que la semana pasada PSOE y Unidas Podemos se reunieran para tratar de coordinar su acción conjunta y rebajar las tensiones que llevan protagonizando a lo largo de las últimas semanas, entre otras cosas, precisamente por la ley de vivienda.

Montero, que estuvo en esa reunión, ha explicado que el Gobierno de coalición ha salido "reforzado" de ese encuentro porque fue "cordial" y sirvió para consolidar los "mecanismos de coordinación" y establecer "instrumentos" que permitan que el diálogo que se produce entre ellos pueda discurrir "en los términos organizativos internos". En todo caso, ha recalcado que ese diálogo es "rico, plural y diverso" y que, además, no depende tanto de a qué formación pertenece cada uno, sino de "la propia experiencia y bagaje que cada ministro aporta a las reuniones".

Además, ha negado que ese "pulso" que se puede ver "desde fuera" no tiene "nada que ver" con la situación de "cotidianidad" que viven dentro del Gobierno, en la que "la capacidad de diálogo y entendimiento son las reglas más frecuentes", y solo se producen diferencias "sobre cuestiones concretas", según ha señalado.

"Este Gobierno dedica muy poco tiempo a mirarse el ombligo", ha sentenciado. "El 99% de nuestro tiempo está dirigido a ser capaces de dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Todas las medidas abundan en esa dirección", ha ahondado.

"En eso estamos y en eso vamos a seguir, y nos conjuramos a seguir concentrando la atención en las necesidades de los ciudadanos. Después de esa reunión de coordinación, evidentemente el Gobierno de coalición queda reforzado", ha zanjado.

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