Montserrat Gassull destapó el 3% de CDC: "Mi familia sufrió, pero tenía que hacerlo"

El último escándalo de corrupción conocido ha hecho tambalear al Gobierno de Artur Mas, en plena cuenta atrás hacia el 27-S. Es el caso del 3%, el presunto pago de comisiones que la constructora Teyco, propiedad de los Sumarroca, pagó a CDC a través de la Fundación CatDem por la concesión de obra pública. Pero la cuerda de esta investigación viene de tiempo atrás, y tiene uno de sus epicentros en el ayuntamiento de Torredembarra (Tarragona).

El 26 de junio de 2014, el ahora exalcalde de la localidad, Daniel Masagué, era detenido por la Guardia Civil por, entre otros asuntos, adjudicaciones irregulares y pagos bajo sospecha. Entre ellos, al menos 581.000 euros desde filiales de Teyco a dos empresas de Masagué.

Entre las obras investigadas, un aparcamiento adjudicado a la constructora de los Sumarroca por 2'5 millones de euros y cuyo importe final acabó incrementándose en un 40%.Masagué se intentó aferrar al cargo, pero tuvo que dimitir

Masagué trató de aferrarse al cargo, pero acabó dimitiendo y dejando la militancia en CDC. En julio de este mismo año, fue arrestado de nuevo, junto a tres de los hermanos Sumarroca. En el punto de mira, una vez más, la presunta facturación fraudulenta entre Teyco y el consistorio.

Harta de ver cómo cada semana las irregularidades se sucedían en los plenos, Montserrat Gassull, entonces concejal de ERC en la oposición, decidió iniciar una investigación de lo que sucedía en Torredembarra.

Se reunió con su abogada, estudió al detalle decenas de documentos y en 2012, presentó las primeras denuncias sobre posibles delitos en la adjudicación de la limpieza viaria, dos locales de alquiler a precios injustificados, la contratación de aguas o los servicios de la consultora Efial por 18.000 euros mensuales, dedicada supuestamente a 'puentear' a los servicios jurídicos municipales. Acabó imputada por un delito de injurias, pendiente aún de juicio, por una querella criminal presentada por Masagué a raíz de varios comentarios vertidos en redes sociales."Fui a buscar a Junqueras a Tarragona y se lo dije"

Adjudicaciones a precios desorbitados, servicios "a dedo"… durante años, relató Gassull, ese era modus operandi en el ayuntamiento. Cuenta cómo pasaba horas escudriñando al milímetro las contrataciones, encerrada en casa durante días, estudiando cifras infladas y cuentas poco claras. Se lo comunicó a la dirección de su partido y, sufrió el primer revés: la callada por respuesta. "Decidí decírselo personalmente a Oriol Junqueras, y me fui a un acto en Tarragona. Me dijo que era lo que teníamos que hacer, pero nada más", cuenta a este diario. Lo sabía Junqueras, y también lo sabía Mas. "Mi abogada le escribió una carta, no tuvimos contestación", asegura.

Gassull se sintió sola, dice. En aquella 'batalla', el partido le dio la espalda y ella terminó dejando el grupo municipal en 2013 para pasarse al de los no adscritos. Pero nunca dio marcha atrás, ni tampoco se arrepiente. Aunque no oculta que el paso a la denuncia no es fácil, y tampoco lo que viene después de ella. No recibió chantajes, afirma, pero por el camino se creó enemigos. "Lo he pasado muy mal, y también mi familia. Pero ellos saben que soy justa y ellos, también los son. Mi marido y mis hijos, uno de ellos abogado, sabían que esto era lo que tenía que hacer", dice sin titubeos.

Lo tenía que hacer, reitera, porque ése era su deber como cargo público, pero reclama más protección para el que denuncia. "Al fin y al cabo, yo firmaba las denuncias con las siglas de ERC. Creo que tendríamos que tener garantías, hasta el final"."La educación es la base para evitar corruptos"

Ni imaginó nunca la magnitud que podrían adquirir aquellas primeras sospechas, ni se atreve tampoco a aventurar hasta dónde puede llegar el caso. Aunque sus palabras dejan un velo a "algo gordo". "Eso está bajo secreto de sumario y veremos cómo avanzan las investigaciones. Hay que dejar trabajar. Pero había cosas muy importantes. Otra cosa es que a veces parece que hay cosas, y luego no, o a la inversa".

Los tejemanejes, las tramas, y el lado más oscuro del poder no le han hecho desistir de su vocación. Gassull sigue dedicada a la política a través de 'Compromís amb Torredembarra', partido que lidera y con el que prosigue en su lucha contra los corruptos. No es optimista.

"Eso va con la honradez de la persona. Tenemos leyes, sabemos lo que se puede hacer, lo que no, existen mecanismos, pero si la persona no es honrada… también existen formas de burlarla. Creo que, sobre todo, es una cuestión de educación. Tenemos que entender que esto es un servicio público, no digo que un político no deba cobrar, ni mucho menos, pero hay que tener en cuenta que el dinero es de los ciudadanos, y por eso hay que controlarlo mucho más que el de uno propio".