Moralismo hace ineficaces los tratados sobre drogas, afirma experto holandés

  • El "moralismo" y la poca "base científica" de los tratados internacionales sobre drogas hace que éstos sean ineficaces a la hora de superar los conflictos que ésta genera en la sociedad, afirmó hoy en Montevideo el experto holandés sobre el tema Martin Jelsma.

Montevideo, 2 oct.- El "moralismo" y la poca "base científica" de los tratados internacionales sobre drogas hace que éstos sean ineficaces a la hora de superar los conflictos que ésta genera en la sociedad, afirmó hoy en Montevideo el experto holandés sobre el tema Martin Jelsma.

En ese sentido, el politólogo europeo apostó por la necesidad de "dejar circular" bajo un control "menos restrictivo" sustancias "más ligeras" como el cannabis para por lo menos restringir los daños causados por el "mercado criminal".

Jelsma se expresó así en una conferencia realizada en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República como parte de un programa de debate sobre políticas de drogas desatado en Uruguay tras la presentación de un proyecto del Gobierno para legalizar la compra venta de marihuana.

Jelsma, experto en políticas internacionales de drogas y director del programa Drogas y Democracia del Transnational Institute (TI) de Amsterdam, analizó la historia de los acuerdos internacionales en materia de droga en los que se ha basado la política internacional sobre estupefacientes hasta ahora, y señaló que la mayoría parten de planteamientos morales que "no requieren fuentes científicas".

"La única forma de acabar con el fortalecimiento de las organizaciones criminales asociadas al tráfico y consumo de drogas es sacando estas sustancias del mercado criminal", insistió.

El experto puso de ejemplo la Ley Seca de Estados Unidos durante los años 30 del pasado siglo, que prohibía la comercialización y consumo de alcohol, lo que fortaleció las mafias en el país, motivo por el cual se levantó la prohibición.

Jelsman también hizo referencia el caso actual de Bolivia y la problemática en torno a la hoja de coca, que considera un "precedente" en la denuncia de la ineficacia de la legislación mundial sobre drogas.

Bolivia realizó en 2009 la propuesta de enmendar un artículo del Convenio Único de 1961 de Naciones Unidas sobre drogas para tratar el mascado de hoja de coca, que se considera como estupefaciente y que en el país es una práctica tradicional cultural.

Según el experto holandés, que el procedimiento que lleva a cabo Bolivia sea atendido "es muy importante para Uruguay" si quiere que su propuesta de legalizar la marihuana siga adelante.

Uruguay rompió en agosto el fuerte tabú y se lanzó a debatir formal y legalmente la posibilidad de que el Estado legalice y controle la venta y producción de marihuana para combatir el narcotráfico, haciendo del pequeño país sudamericano el primer lugar del mundo donde el Gobierno plantea una iniciativa similar.

El proyecto de ley, ahora a debate en el Parlamento, consta de un solo artículo de tres párrafos que señala que "el Estado asumirá el control y la regulación de las actividades de importación, producción, adquisición a cualquier título, almacenamiento, comercialización y distribución de marihuana y sus derivados".

El presidente uruguayo, José Mujica, apuntó además que si prospera el plan oficialista para legalizar la venta de marihuana, el país plantaría unas 150 hectáreas de cannabis para cumplir con la demanda de sus consumidores.

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