Moratinos aboga por una Europa fuerte para contribuir a la estabilidad

Atenas.- El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, abogó hoy en Atenas por una Europa fuerte para contribuir a la seguridad de la región auroatlántica.

En su ponencia en la asamblea plenaria del XVII Consejo Ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OSCE), Moratinos declaró que "una Unión Europea fuerte, dinámica y efectiva constituye un importante factor de estabilidad en el ámbito euroatlántico".

España desempeñará la primera presidencia rotativa semestral de la Unión Europea (UE) tras la firma del Tratado de Lisboa, a partir del 1 de enero próximo.

Ante la reunión de la OSCE, de dos días y que concluye hoy, declaró que "una UE reforzada tiene una responsabilidad esencial de coliderazgo político en la configuración de la seguridad europea".

Moratinos apoyó el Proceso de Corfú, iniciado bajo presidencia griega de la OSCE en junio, para crear un espacio de seguridad en Europa que permita restaurar la confianza, como "un reto y una oportunidad para lograr una región euroatlántica más segura, estable y unida".

"Debemos estar a la altura, con voluntad política y determinación de trabajar en pro del objetivo y dejar atrás el periodo de paz fría", dijo Moratinos.

A su juicio, "es perceptible una voluntad de cambio de gran importancia estratégica y debe de empezar a traducirse en hechos concretos".

El jefe de la diplomacia española indicó que el foro de la OSCE es "el espacio propicio para considerar y debatir la reciente propuesta rusa sobre un nuevo tratado de seguridad europea".

Acentuó la gran trascendencia para la OSCE de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y la correspondiente consolidación de la UE como actor internacional, no sólo en el plano económico y político sino también en el ámbito de la seguridad y de la defensa.

Moratinos afirmó que "España está decidida a trabajar para que todas las disposiciones del Tratado de Lisboa puedan ser aplicadas de manera efectiva lo antes posible".

España aboga por que la OSCE continúe promoviendo un modelo de seguridad basado en un concepto global de la carta de París y que por ello garantice que los derechos humanos, el Estado de Derecho y la democracia para que puedan ser ejercitados sin obstáculos, dijo.

Aseveró que la gestión y solución de conflictos de larga duración en la región, como el de Nagorno-Karabaj y el de Georgia, constituyen "una prioridad para la organización".

En este sentido, calificó el cierre de la misión de la OSCE en Georgia como "una de las sombras" del año e instó a "seguir trabajando para restablecer la presencia de la organización en ese país", porque "existen vías abiertas para el progreso y no debemos desaprovecharlas".

También resaltó la importancia de la Alianza de Civilizaciones, respaldada por la ONU, y las estrategias regionales para el sudeste de Europa y el Mediterráneo, que "generan mecanismos de creación de confianza y pueden transformarse en instrumentos para apoyar el cumplimiento de los compromisos de la OSCE".