Cuestiona la actuación de la anterior cúpula policial

"Me sentía como un animal cazado": las confesiones de Morocho en la 'Kitchen'

Control de informes, ofertas de nuevos destinos, cursos en el FBI o una investigación interna, son algunos de los episodios que el inspector del caso Gürtel relató al juez que investiga el espionaje a Luis Bárcenas

El inspector de la UDEF Manuel Morocho se dirige a la Audiencia Nacional para prestar declaración en relación al caso ‘Kitchen’
El inspector de la UDEF Manuel Morocho antes de declarar en el caso ‘Kitchen’.
Europa Press

"Realmente no sabían dónde colocarme. Los primeros días era una especie de 'tenemos aquí a un animal salvaje que hemos cazado' y me enseñaban por ahí". Así definió Manuel Morocho, el inspector de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional encargado de dirigir el grupo que investigó la trama Gürtel y la caja 'b' del PP, su adscripción temporal a la Dirección Adjunta Operativa (DAO). El pasado 15 de junio el policía declaró como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye la 'Operación Kitchen' y relató las múltiples presiones que recibió de "mandos policiales" para que cambiara sus informes sobre la red corrupta y que pudieran afectar al PP, así como varios intentos de apartarle de este caso, entre ellos este traslado durante año y medio.

Morocho ya explicó en febrero de 2019, en su anterior comparecencia ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García Castellón, que en enero de 2015 le cambiaron de unidad policial bajo la excusa de prestar apoyo, pero con el objetivo real, a su juicio, de que no avanzara su trabajo como policía judicial en el caso Gürtel. Pero en esta segunda declaración, a cuyo audio ha tenido acceso La Información, ha narrado una serie de acontecimientos que no cree que sean "anecdóticos", como diferentes ofertas de cambio de destino, siendo el último movimiento un cambio obligado de unidad. 

"¿A qué estructura de la DAO le asignan?", preguntó la Fiscalía Anticorrupción. Morocho respondió que al comienzo no tenía un lugar concreto de trabajo y se comparó con "un animal salvaje" al que habían "cazado". A esta extraña situación añadió otro episodio en el que Eugenio Pino, entonces jefe de dicho departamento policial e imputado en esta causa, se refirió a él mientras hablaba con otro también investigado, el exresponsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño: "Mira, este es Morocho", le indicó. 

La "presión" fue a más con los 'papeles de Bárcenas'

El inspector afirmó ante el juez que al principio, las críticas hacia su trabajo venían desde el exterior, ya que los investigados, entre ellos el extesorero del PP Luis Bárcenas, interpusieron denuncias contra los investigadores, o porque desde el propio PP se "lanzó el mensaje" de que la 'Operación Gürtel', que estalló en febrero de 2009, "tenía una motivación política detrás, razones espurias en aras de atacar a la formación política". Fue con la publicación en 'El País' de los conocidos como 'papeles de Bárcenas', el 31 de enero de 2013, cuando las "presiones" internas en el Cuerpo comenzaron a ser "persistentes y continuas en el tiempo". 

"No querían que por ningún momento el magistrado me diera el procedimiento. La aparición de esos documentos genera el incremento de las presiones. Tratan de sobrecargarme de trabajo, generar presión, buscar una situación insostenible para que abandonara la investigación", destacó el inspector, que añadió que para quitarle de "en medio", finalmente en 2014 le ofrecieron hacer un curso en el FBI. "Cuando vuelvo en 2015, quieren dar continuidad y me llevan a la DAO", concluyó.

El motivo de esta segunda declaración como testigo en el marco de la séptima pieza del caso 'Tándem', que investiga el espionaje al entorno de Bárcenas para arrebatarle la documentación comprometedora para el PP que éste conservaba, se debe a unas anotaciones relacionadas con el inspector de la UDEF aparecidas en 13 agendas del comisario jubilado José Manuel Villarejo que fueron incautadas en octubre de 2020 y que han sido recientemente analizadas por la Unidad de Asuntos Internos (UAI). En ellas se plasmó, en junio de 2012, un mes antes de que se iniciara la 'Operación Kitchen', su nombre junto a "Lisboa", por lo que el juez García Castellón intuyó que se podría tratar de un traslado a la capital portuguesa.

Elección de destino

Y así lo confirmó Morocho al narrar una reunión que mantuvo en una cafetería con el comisario exjefe de la UDEF José Luis Olivera -imputado en esta causa a raíz de la comparecencia del inspector-, quien le ofreció un destino mejor remunerado en Lisboa, a una unidad dedicada a la lucha contra el narcotráfico. No obstante, el inspector rechazó la propuesta al entender que tenía una responsabilidad contraída con el entonces juez instructor de la Gürtel, Pablo Ruz, y con la Fiscalía Anticorrupción. Asimismo, destacó que él no tiene "experiencia" en esa materia y que su "perfil no encaja" con el puesto. Pero la negativa no era la respuesta que esperaba Olivera, pues le dio a elegir un destino en cualquier embajada: "Desde Pekín a cuál", le dijo.

Morocho también subrayó ante el juez que las "medidas de seguridad internas" del grupo que investigaba a la Gürtel tuvieron que incrementarse, tanto en equipos informáticos como en sus propias comunicaciones, para evitar que las diligencias a practicar terminaran sin resultado. Y es que durante el encuentro con Olivera se "produjo otro hecho relevante". Según el inspector, éste le pidió que le enviara los informes sobre la causa antes presentarlos al juez para darle su "opinión". "No le mando ninguno, pero tuvo acceso a los mismos", aseguró. 

Por otro lado, el inspector de la UDEF explicó que a principios de 2012 en pleno caso Gürtel, y justo en el momento en el que se imputa a Bárcenas, a su mujer, Rosalía Iglesias, y al exdiputado 'popular' Jesús Merino, le asignaron, "por orden de Pino", la investigación abierta en el Tribunal Supremo al exministro socialista José Blanco por el caso 'Campeón', que finalmente fue archivado.  En su opinión, este encargo fue otra maniobra para "ralentizar la aportación de informes".

Asimismo, contó distintas situaciones de presiones en las que sus superiores le conminaron a cambiar sus informes. Una de esas ocasiones fue en "verano de 2012" cuando el Olivera, ya como responsable del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), le reprochó que hubiera atribuido a Bárcenas el apodo "Luis el Cabrón" que apareció en la contabilidad opaca del líder de la Gürtel, Francisco Correa, sin tener pruebas que lo acreditasen. "Me generó un disgusto porque venía a decir que le habíamos puesto de forma gratuita en el procedimiento", afirmó Morocho ante el juez, al tiempo que indicó que éste ya "no tenía mando jerárquico" sobre él, pues ya no era jefe de la UDEF.

Según indicó el juez en el auto por el que citó a declarar al inspector como testigo e imputó a la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal y a su marido, el empresario Ignacio López Madrid, la 'Kitchen' primero colaboró con Bárcenas y después, en julio de 2013, pasó a ir en contra, creándose un "plan contra LB", tal y como se reflejó en los diarios de Villarejo. Precisamente en estos cuadernos también se hicieron referencia al episodio narrado por Morocho, pues en abril de 2012 bajo el nombre "Oli", que se corresponde con José Luis Olivera, se señaló que "le piden ayuda para salvar al tesorero". Una frase que es similar a otras tres reseñadas en septiembre de ese año en las que se lee: "Pin (Eugenio Pino) le pide (a Olivera) ayudar a tope a Bárcenas"; "Pin le encargó contactar con abogado Bárcenas"; o "reunión ok con abogado de Barc. Buena predisposición. Escrito LB no es Luis el Cabrón". Morocho también se percató de que el interés de Olivera no era casual, que sus "preguntas no tenían el cariz de interés, sino controlar determinadas acciones concretas", admitió. 

"Constreñir, limar, pulir" informes

Así, debido a que el inspector no cedió a cambiar sus escritos, sus mandos superiores pasaron a "constreñir, limar, pulir las partes nucleares" de los mismos. Villarejo también apuntó en su agenda el malestar que causaban las conclusiones de Morocho en sus informes, tal y como escribió el 29 de abril de 2013 bajo el apunte "Aviso de problemas sobre el último informe de Moroc". En este caso, el policía de la UDEF se negó a eliminar del documento los nombres de altos cargos del PP que aparecían en la contabilidad manuscrita de Bárcenas como perceptores, así como empresarios a los que se señalaba como donantes al partido, como López del Hierro.

Por último, Morocho también destacó otra situación cuyo objetivo era generar tensión: la operación denominada 'Colombo', una investigación abierta en 2014 por Asuntos Internos contra él y su equipo como sospechosos de filtrar a la prensa los informes que elaboraron para el juez del caso Gürtel. Según el inspector, esta era una "palanca para introducir una obstrucción a la instrucción para apartarme vía disciplinaria o penal". Todo este relato dejó al juez un "panorama desolador", tal y como expresó el propio magistrado.

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