Mortier recala, de nuevo, en Puccini pero tamizado por Pasqual y Metzmacher

Concha Barrigós.

Madrid, 25 oct.- El intendente del Real, Gerard Mortier, ha programado de nuevo un Puccini en el coliseo madrileño, "Suor Angelica", pero ha querido acompañarlo de una ópera de Dallapiccola, "Il prigioniero", y tamizarlo con la visión escénica de Lluis Pasqual y la maestría de Ingo Metzmacher al frente de la orquesta.

"Todo lo que digo sobre Puccini -un compositor por el que no siente ninguna simpatía- lo digo para mantener la imagen que han creado de mí los críticos. He hecho mucho Puccini y lo haré, pero bien", ha desafiado bromeando Mortier en la presentación del nuevo programa, coproducido por el Real y el Liceo y que se estrenará el próximo 2 de noviembre.

Mortier, acompañado por Pascual, Metzmacher y el director del Real, Ignacio García Belenguer, ha subrayado que Puccini (1858-1924) "ha sido muy mal interpretado muchas veces" y que para saber lo que es hacerlo bien "solo hay que escuchar a Toscanini con 'La Boheme'", ha dicho.

"Puccini siempre está en la tesitura media pero yo he oído gritar mucho a algunos cantantes, que es lo que ocurre cuando se quiere tener éxito rápido y fácil. Aquí no va a pasar eso. Aquí la orquesta ha trabajado mucho y los cantantes se esfuerzan", ha prometido.

Deborah Polaski interpretará a la madre en la ópera de Dallapiccola y a la princesa en la de Puccini. Los barítonos Vito Priante y Georg Nigl se alternarán en el papel titular de "Il prigioniero", y las sopranos Veronika Dzhioeva y Julianna Di Giacomo compartirán el rol de "Suor Angelica".

Él ya había programado "Suor Angelica" en la Ópera de París, aunque con "Oda a Napoleón", de Arthur Shönberg, pero para el Real pensó en "otra fórmula" sugerida por el hecho de que Puccini y Dallapiccola estuvieron juntos en el Palazzo Pitti en 1927 y porque los protagonistas de "Suor Angelica" e "Il prigioniero" son víctimas de la represión y soportan la expiación alimentando la esperanza.

Al belga le "sorprende", además, que "Il prigioniero" no se haya representado nunca en el siglo XX "siendo como es una de las grandes obras de esa época".

"Alimentar la esperanza con algo que no va a ocurrir. Ese es el tema común de las dos óperas. Es como le pasaba a mi abuela cuando mataron a mi tío de solo 17 años. Ella enloqueció y siempre decía: 'quizá vuelva algún día'", ha relatado Pasqual, que ya ha dirigido en el Real "Don Giovanni" (2005) y "Tristán e Isolda" (2008).

En el caso de "Il prigioniero", se "alimenta" al protagonista con la esperanza diaria de que "los suyos" están a punto de liberarle, y en el de Suor Angélica, una aristócrata que tiene un hijo fuera del matrimonio y es "recluida" en un convento para expiar su "pecado", con la ilusión de ver alguna vez a su niño.

"Debatimos mucho cuál pondríamos primero, si 'Il prigioniero' o 'Suor Angelica', y decidimos que debía ser la de Dallapiccola -1904/1975- por cercanía y porque su música es dodecafónica", ha argumentado Pasqual.

"Suor Angelica", ha detallado, es "una tragedia lírica como hay pocas" y parece siempre "a punto de ponerse en plan Gautier Casaseca, a punto del melodrama, peno nunca cae en ello. Es el Puccini más auténtico".

En ambas, precisa, hay "una profunda crítica" a la utilización de la religión y de la moral como instrumento para apagar "cualquier sentimiento de rebeldía".

Para su propuesta escénica ha hecho "un ejercicio de economía espiritual", utilizando para ambas un "torno" que es "un torniquete de tortura" para "Il Prigioniero" y el lugar donde se abandonaba a los bebés en los conventos en "Suor Angelica".

El alemán Ingo Metzmacher, que dirige orquestas como la de Viena o Berlín y es un habitual del Festival de Salzburgo, ha detallado que la obra de Dallapiccola es "una obra maestra, lúcida y transparente" en la que "cada apunte en la partitura está hecho con un gran cuidado".

De la de Puccini destaca que lo que la música cuenta es "muy especial y precioso. Es de momentos increíbles que generan una gran empatía con su sufrimiento. Una auténtica joya", resume.

En ambas, la música es "muy silenciosa, contenida, suave, con momentos de una gran explosión, de gritos, es decir, con un registro muy dinámico que espero que sepamos reflejar bien", ha deseado.

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