Tras la detención de once personas presuntamente relacionadas con los servicios de espionaje ruso en varias ciudades de Estados Unidos,Washington y Moscú no pretenden dejar deteriorar sus relaciones. Este miércoles, portavoces del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores han afirmado que la situación generada no atacará a las nuevas relaciones entre los dos países.
Este martes, el Kremlin exigió que las autoridades trataran adecuadamente a los detenidos, mientras que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, le expresaba ese mismo deseo al ex presidente estadounidense Bill Clinton, que se encontraba de viaje en Rusia para participar en una conferencia internacional de comercio e inversiones. Ambos dirigentes se encontraron en la residencia del primero en Novo-Ogariovo, a las afueras de Moscú.
Y es que desde el Kremlin confían en que este presunto caso de espionaje acabe en buen puerto, a pesar de que el martes acusaran al Departamento de Justicia de Estados Unidos, el denunciante de las once personas de perseguir "fines malintencionados".
Las detenciones se han producido justo después de una visita del presidente ruso, Dimitri Medvédev, la semana pasada a Estados Unidos, en un momento en que las relaciones entre ambos países han tomado un nuevo rumbo de cooperación mutua. Así lo recordaba este martes Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, quien destacaba cómo las dos naciones estaban trabajando de forma conjunta "en asuntos como Corea del Norte e Irán en el marco de Naciones Unidas".
Mientras tanto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos intenta averiguar si estos presuntos espías enviaron información a Rusia.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios