El Cairo, 30 jun.- Dos personas murieron hoy en enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente egipcio, Mohamed Mursi, en las ciudades de Beni Suef y Asiut, ambas al sur de El Cairo, informaron fuentes policiales.
Según el jefe de las fuerzas de seguridad en Asiut, Abul Qasem Abudeif, una persona murió y otras siete resultaron heridas graves en los choques entre islamistas y opositores frente a la sede del gubernamental Partido Libertad y Justicia (PLJ) en esa ciudad.
Los heridos, entre los que hay tres policías, fueron trasladados al hospital universitario de la ciudad, afirmó Abudeif a la agencia oficial Mena, y agregó que las fuerzas de seguridad han recuperado el control de la situación.
Esta nueva muerte se añade a la de un joven de 22 años, que murió en el hospital por las heridas sufridas en un ataque perpetrado por desconocidos contra manifestantes antigubernamentales en Beni Suef.
El movimiento opositor 6 de Abril acusó en un comunicado al grupo islamista radical Gama Islamiya de atacar a los manifestantes en esa ciudad y causar la muerte del joven opositor.
El balance total de heridos en la jornada, según el Ministerio de Sanidad, asciende ya a 253, de los que 43 fueron atendidos tras sufrir disparos con cartuchos de postas y perdigones.
De los heridos, 150 ya han sido dados de alta, mientras que un centenar continúa ingresado.
El mayor número de heridos se registró en la provincia de Beheira, en el delta del río Nilo
Además, un grupo de desconocidos atacó hoy con piedras y cócteles molotov la sede de los Hermanos Musulmanes -grupo en el que militaba Mursi antes de asumir la Presidencia- en el barrio cairota de Muqatam, en el noreste de El Cairo.
La sede se encontraba vacía en el momento del ataque, que causó un incendio en su parte delantera.
La televisión oficial egipcia informó de que seguidores de los Hermanos hirieron por disparos a al menos seis personas en esa zona.
Varias sedes del partido Libertad y Justicia, de los Hermanos Musulmanes, fueron atacadas y cercadas hoy por jóvenes en otras partes del país, escenario de multitudinarias manifestaciones contra el presidente.
Cientos de personas se congregaron y pidieron la renuncia del presidente junto a la vivienda de Mursi en el barrio acomodado de Tagamu al Jamis en la capital, donde la policía estableció un cordón de seguridad para evitar disturbios.
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