Mueren en Darfur tres efectivos de una fuerza de paz

  • Jartum.- Tres efectivos de una fuerza de paz conjunta de la ONU y la Unión Africana murieron hoy en la región sudanesa de Darfur y otro más resultó herido grave al ser atacados cuando daban protección a un equipo de ingenieros.

Mueren en Darfur tres efectivos de una fuerza de paz
Mueren en Darfur tres efectivos de una fuerza de paz

Jartum.- Tres efectivos de una fuerza de paz conjunta de la ONU y la Unión Africana murieron hoy en la región sudanesa de Darfur y otro más resultó herido grave al ser atacados cuando daban protección a un equipo de ingenieros.

El enfrentamiento armado se produjo cerca de la villa de Nertiti, en el oeste de Darfur, según dijo a Efe un portavoz de la misión de paz conocida por las siglas de UNAMID.

El portavoz no identificó la nacionalidad de las víctimas, pero es un sector que está a cargo de militares ruandeses.

UNAMID no suele dar a conocer inmediatamente la nacionalidad de las bajas que tiene en combate.

Según un comunicado oficial de la misión de paz, el ataque fue cometido por unos veinte asaltantes vestidos con uniformes de camuflaje, pero la nota no apunta a qué grupo pueden pertenecer los atacantes.

El choque armado se prolongó por cerca de una hora. Entre los asaltantes hubo tres muertos, mientras que el resto huyó del lugar en un todoterreno robado.

El pasado 7 de mayo, dos soldados egipcios del mismo contingente de paz y otros tres resultaron heridos en un ataque contra un convoy de estas fuerzas internacionales de pacificación en las cercanías de la localidad de Ketila, en el sur de Darfur.

Con las víctimas de hoy, ya son 24 militares y tres policías los integrantes de UNAMID que mueren en ataques perpetrados en Darfur, según recuerda el comunicado de la misión de paz.

Esta misión de paz conjunta comenzó a operar a partir de un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU aprobado el 31 de julio del 2007. Forman el contingente cerca de 17.000 militares y casi 5.000 policías.

El conflicto de Darfur estalló en febrero de 2003 cuando varios grupos rebeldes se levantaron en armas en protesta por la marginación a la que se veían sometidos.

Desde entonces, más de 300.000 personas han muerto y casi tres millones se han visto obligados a abandonar sus hogares, según la ONU.

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