Los enfrentamientos, entre miembros del grupo islamista de Jund al Sham y del Fatah liderado por Mahmud Abas, obligaron a cientos de residentes a huir del campamento de Ain el Helué y a buscar refugio en mezquitas cercanas.
Las fuentes médicas dieron cuenta de al menos 35 heridos, pero las ambulancias eran incapaces de sacar a otros heridos debido a la intensidad de los combates.
Al menos dos de los muertos eran miembros de Fatah, según fuentes palestinas. Por el momento, se desconocía la identidad del tercer fallecido.
El ruido de los disparos de las armas automáticas y los cohetes podía oírse desde Sidón, y el ejército libanés reforzó su control en las cuatro salidas del campamento, dejando salir a quien quisiera pero prohibiendo las entradas, constató un periodista de la AFP.
Los enfrentamientos estallaron el sábado, tras la muerte de dos miembros de Fatah en un intento de asesinato de uno de sus jefes por los islamistas.
La tensión crece desde hace meses en este campamento, donde los habitantes viven a veces en condiciones lamentables.
En virtud de un acuerdo vigente desde hace medio siglo, el ejército libanés no entra en él, y de la seguridad se encargan organizaciones palestinas.
Como consecuencia, en el campamento se han creado zonas sin ley, de manera que Ain el Helué se convirtió en un refugio para los extremistas y las personas buscadas por la policía.
Este campamento, en el que residen 54.000 palestinos registrados, también acogió en los últimos años a miles de palestinos que huyeron de los combates en Siria.
Según la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), unos 450.000 están inscritos en Líbano, y la mitad de ellos viven en los 12 campamentos del país.
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