Muerte de cubano eleva a 3 los fallecidos extranjeros en cárcel de Bolivia

La Paz, 29 ago.- El número de muertos en el enfrentamiento de la semana pasada en la cárcel boliviana de Palmasola, en Santa Cruz (este), se elevó a 33 con el deceso de un cubano, el tercer extranjero fallecido en el hecho, confirmó hoy a Efe el director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos.

El cubano Joan García, de 40 años, murió el miércoles en un hospital de la región de Santa Cruz a consecuencia de las heridas en la cabeza y extremidades que sufrió durante la reyerta entre presos, indicó Llanos.

Con esta muerte se eleva a tres el número de extranjeros que perdieron la vida en la reyerta, después de que se identificara entre las víctimas a un ciudadano peruano y otro brasileño.

Con este fallecimiento son ya 33 el número de víctimas mortales a consecuencia de un enfrentamiento entre presos ocurrido la semana pasada en la cárcel de Palmasola, considerada la más conflictiva de Bolivia.

Además, en la pelea resultaron heridos casi medio centenar de reos.

Durante la reyerta, que tuvo lugar en el sector de máxima seguridad, los internos hicieron explotar dos garrafas de gas y se desencadenó un incendio en el que también murió un niño de dos años.

En las cárceles bolivianas está permitido que los menores vivan con sus padres presos si no tienen otros familiares que se puedan hacer cargo de ellos.

Las cárceles bolivianas presentan serios problemas de conflictividad y hacinamiento debido, entre otros factores, a que el 83 % de los más de 13.800 reclusos está en prisión preventiva sin sentencia y sus casos sufren el crónico retraso en la administración de justicia del país.

De los reclusos muertos en la reyerta de Palmasola, sólo dos contaban con una condena en firme y el resto cumplía prisión preventiva a la espera de juicio o sentencia, en algunos casos por robos menores.

El Gobierno presidido por Evo Morales dictó a finales de 2012 un indulto masivo para tratar de aliviar esta situación, una medida que ahora estudian ampliar para hacer frente a los problemas que se registran en los penales.