Cinco cascos azules murieron el domingo en una emboscada en el centro de Malí, declaró la Misión de la ONU en el país (Minusma), denunciando un nuevo acto "terrorista".
El ataque, cometido alrededor de las 11H00 (locales y GMT), se dirigió contra "un convoy de las fuerzas de la Minusma, atrapado en una emboscada a 30 kilómetros a 30 km al oeste de (la ciudad) de Sévaré", en la región de Mopti, explicó la Minusma en un comunicado.
"Según informaciones preliminares, cinco cascos azules murieron. Otro resultó gravemente herido y está siendo evacuado", añadió la misión de la ONU.
"Condeno con la mayor fuerza este crimen abyecto que se añade a otros actos terroristas contra nuestros soldados de paz y que constituyen crímenes contra la humanidad según el derecho internacional", declaró Mahamat Saleh Annadif, representante especial del secretario qeneral de Naciones Unidas y jefe de la Minusma.
La ONU no precisó la nacionalidad de las víctimas pero una fuente policial maliense en Mopti contactada por teléfono por la AFP declaró que al menos cuatro cascos azules togoleses habían muerto.
Es la primera vez que se produce un ataque mortal contra soldados de la Minusma en el centro de Malí.
El viernes, cinco soldados malienses murieron en el norte del país por la explosión de una mina que estalló al paso de un convoy y cinco cascos azules chadianos murieron la semana pasada en una emboscada tendida por los yihadistas de Ansar Dine en el noreste de Malí, donde el despliegue de fuerzas de la ONU es el que más vidas ha costado en los últimos 20 años.
La extensa región del norte de Malí cayó en marzo/abril de 2012 en manos de grupos yihadistas vinculados a Al Qaida tras la derrota del ejército ante la rebelión dominada por los turaregs, primero aliada de estos grupos y luego excluida.
Los yihadistas fueron dispersados y en gran parte expulsados por una intervención internacional lanzada en enero de 2013 a iniciativa de Francia, y que continúa hasta el día de hoy.
Pero muchas zonas escapan todavía al control de las fuerzas malíes y extranjeras pese a la firma en mayo-junio de 2015 de un acuerdo de paz entre el gobierno, los grupos pro-Bamako y la exrebelión que debía aislar definitivamente a los yihadistas.
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