Mujer asesinada por su expareja con 82 puñaladas murió por una de las últimas

  • La mujer asesinada presuntamente por su expareja de 82 puñaladas, en 2010 en un piso de Brunete (Madrid), murió por una de las últimas, la que le atravesó el corazón, ha dicho hoy en la Audiencia Provincial madrileña el fiscal, que ha destacado el ensañamiento del agresor y el sufrimiento de ella.

Madrid, 13 dic.- La mujer asesinada presuntamente por su expareja de 82 puñaladas, en 2010 en un piso de Brunete (Madrid), murió por una de las últimas, la que le atravesó el corazón, ha dicho hoy en la Audiencia Provincial madrileña el fiscal, que ha destacado el ensañamiento del agresor y el sufrimiento de ella.

En el primer día del juicio con jurado popular -formado por siete hombres y cuatro mujeres- a Sergio G.M., que se enfrenta a 20 años de prisión según la petición de la Fiscalía por un delito de asesinato, se han escuchado las conclusiones provisionales de las partes.

Además, antes de comenzar la vista, varias decenas de mujeres de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, que se presenta como acusación popular, se han concentrado vestidas de negro ante la puerta de la Audiencia para pedir la "máxima justicia" sobre el acusado por matar a Ivana S.F..

El abogado de esta asociación ha pedido que se tengan en cuenta en la causa todos los antecedentes penales del acusado -entre ellos, maltrato a su exmujer y un intento de atropello a sus exsuegros- y ha enfatizado que a este "sujeto" no se le puede aplicar ninguna eximente por sufrir depresión, tal y como alega su defensa.

Su ataque el 21 de enero de 2010 fue "bestial", "brutal", con una desproporción de fuerza "grandísima", utilizando dos cuchillos de cocina, una navaja y unas tijeras y provocando 82 puñaladas por todo el cuerpo, orejas, garganta, dedos de las manos, muslos, rodillas, hígado, abdomen, pulmón y la del corazón, que le provocó la muerte, ha narrado el letrado.

La defensa de Sergio, por su parte, ha pedido que sea juzgado por un delito de homicidio, ya que reconoce el crimen, pero con la eximente completa por la enajenación mental que padece y que le ocasiona que no se acuerde de nada de lo ocurrido.

El padre del procesado se suicidó con un arma de fuego cuando él tenía 3 años y luego él, a su vez, desde los 15 años se ha intentado suicidar, ha explicado el abogado de Sergio, que ha comentado también que su primer divorcio le llevó a no poder ver a los dos hijos que tuvieron.

"Su estado no era el de una persona en sus cabales", ha añadido el abogado, además de recordar que conoció a Ivana cuando ambos acudían a un centro psiquiátrico porque padecían depresiones y que la agresión, en contra de otras versiones, fue "rápida" y "fugaz".

Antes del ataque, el procesado, de 32 años y que tomaba un medicamento para la depresión, e Ivana, de 36 años, estuvieron consumiendo cocaína pero él era consciente de lo que estaba haciendo, ha explicado el representante del Ministerio Público.

En su relato, el fiscal ha recordado que agresor y víctima, ambos españoles, mantuvieron una discusión previa y que ella intentó salir de su piso, en la calle Cardeñas, para pedir auxilio, pero el acusado la metió dentro y cerró la puerta con llave.

La acusación particular que representa a los padres de la víctima ha asegurado que "se ensañó con ella para cumplir su objetivo, que era matarla", aprovechándose además de la relación de confianza que aún tenían y que llevó a que Ivana le abriera la puerta de su piso.

La letrada que representa al exmarido de la víctima y a las dos hijas menores de edad que tuvieron en común ha dicho que fue Sergio el que le insistía a ella para que volviera con él.

Las pruebas psiquiátricas demuestran que Sergio "sabía lo que hacía y cómo lo estaba haciendo", según esta abogada, quien ha relatado que, además, él se quedó dormido después "porque le daba igual si la había matado o no".

El juicio continúa mañana con la declaración del acusado y de otros testigos del crimen. EFE

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