Mujer boliviana pide justicia para su hija, con fuertes lesiones por maltrato

  • Casi tres años después de que su hija sufriera lesiones irreversibles tras ser maltratada por su cuidadora, Celida, una mujer boliviana que llegó a España en 2002 buscando una vida mejor, sigue pidiendo justicia y que se encuentre a la agresora, que huyó tras ser condenada a 9 años de cárcel.

Madrid, 10 mar.- Casi tres años después de que su hija sufriera lesiones irreversibles tras ser maltratada por su cuidadora, Celida, una mujer boliviana que llegó a España en 2002 buscando una vida mejor, sigue pidiendo justicia y que se encuentre a la agresora, que huyó tras ser condenada a 9 años de cárcel.

"Creo en la Justicia, pero la quiero para mi hija", dijo a Efe Celida, quien recordó que desde entonces su pequeña está ciega y en silla de ruedas de por vida.

El caso de su hija cobró notoriedad el pasado mes de noviembre, cuando la Audiencia Provincial de Madrid juzgó a la ecuatoriana Clara Erika A.A., acusada de maltratar a la niña, entonces un bebé de solo 6 meses, mientras la tenía a su cargo en una "guardería patera", es decir, sin licencia para ejercer dicha actividad.

Un mes después, Clara Erika fue declarada culpable de un delito de lesiones graves con el agravante de alevosía, condenada a 9 años de prisión y al pago de 800.000 euros (más de un millón de dólares) de indemnización.

Pero "el sistema ha fallado", ya que cuando se notificó la sentencia ella ya se había dado a la fuga, aseguró a Efe el abogado de la familia, Antonio Serrano.

El letrado explicó que la condenada se encuentra en paradero desconocido y que, además, los pocos bienes que tiene están embargados, "aunque si las autoridades no la encuentran no pagará por lo que ha hecho".

Celida confió a su hija a Clara Erika el 1 de marzo de 2010, mientras buscaba trabajo como limpiadora.

Dejó a su bebé en perfecto estado de salud, pero a las pocas horas la cuidadora la llamó para decirle que la pequeña había sufrido un repentino desmayo.

Celida llevó al hospital a su hija, que estuvo al borde de la muerte durante varios días por un traumatismo craneoencefálico severo y desprendimiento de retina.

Aunque la acusada fue detenida poco después y permaneció catorce días en prisión preventiva, el 19 de marzo el juez decretó su libertad provisional a la espera de juicio porque la pequeña había sobrevivido, aunque con una discapacidad del 70 por ciento.

Durante la vista, Clara Erika negó haber golpeado o dejado caer al suelo a la niña y solo reconoció que la había zarandeado "para que reaccionara".

"Nunca se ha puesto en contacto para saber cómo estaba mi niña", señaló a Efe Celida quien, al igual que su marido, sigue recibiendo tratamiento psicológico para poder superar que su hija "no puede andar, no va a ver y puede que tenga un retraso mental".

Su abogado mantiene que Clara Erika "es responsable directa" del estado de la menor, ahora con dos años y medio de edad, pero que en cambio está "en libertad" y "no ha pagado ni un euro".

La pequeña y sus padres necesitarán de por vida "ayuda económica" para sacarla adelante y poder compatibilizar un empleo con sus cuidados, por lo que el letrado insiste en pedir que las autoridades judiciales, sociales y gubernativas "se involucren" con el caso.

"Se supone que la policía la está buscando desde enero, pero tenemos sospechas de que puede estar en su país a pesar de tener retirado el pasaporte. Lo único que pedimos es que las autoridades competentes la busquen", subrayó el abogado.

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