El multipartidismo hará que vivamos la campaña más 'extremista' de la historia

No es casual que, en su última propuesta de programa, el PSOE parezca regresar a los planteamientos más 'agresivos' de la izquierda. Los socialistas presentaron este lunes su contrato de compromisos, en caso de lograr el poder, en el que las comparaciones con Podemos resultan inevitables: el documento recoge la creación de una banca pública, la derogación de la reforma laboral-un asunto tan discutido entre los de Sánchez- o nuevos impuestos. En concreto, uno para hacer sostenible el sistema de pensiones.

Con este planteamiento, el PSOE trata de recuperar la iniciativa de una campaña que amplios sectores socialistas temen perdida. Que no se sale a ganar se tiene asumido, pese a todo lo que pueda decir el candidato. De lo que se trata, sostienen desde distintos 'flancos', es de no quedar terceros, mantenerse como ariete de la alternativa de la izquierda.Una palabra clave: polarización

El PSOE es el partido que afronta estas nuevas elecciones en las peores condiciones de salida, coinciden distintos expertos. Por un lado, porque la entrada de Unidos Podemos ha dinamitado el sentido de la anterior campaña, en la que se libraba la batalla de lo nuevo frente a lo viejo.

Ahora, la palabra clave es “polarización”. “Va a ser una campaña exacerbada en la dicotomía entre el bloque de la izquierda y de la derecha, pero quien encabeza la izquierda ya no parece ser el PSOE, por lo que deduce una pugna agresiva para liderarla”, sostiene el politólogo Carlos Rico.

Y en esa pugna, es Podemos el partido que “ha vuelto a marcar el terreno de juego”, añade Roberto Rodríguez, experto en comunicación política en la Universidad Pontificia Comillas. “El PSOE va por detrás y en discurso político, cuando vas por detrás, has perdido”."El centro está vacío"

Si tradicionalmente se pensaba que las mayorías se jugaban en el 'centro', ahora, éste queda totalmente obsoleto. “Y quien lo pasará peor es quien está colocado allí, Ciudadanos y el PSOE. El de ahora es un centro “vacío”. Podríamos decir que estamos en un proceso de centrifugación de partidos”, afirma Rico.

Los socialistas son 'víctimas', además, de la división interna y de la falta de liderazgo. Rodríguez se remite a la última legislatura de Felipe González, con un PSOE ya en crisis y revuelto por la corrupción. “Pero la gente le votaba a él, no a las siglas. Siempre que se presenta dobles o triples liderazgos, un partido es castigado. Ya lo vimos con las 'familias' de UCD”.El 'voto útil' ha cambiado

El resultado de las elecciones dependerá, en fin, de la movilización del electorado. Y para ello, los quince días de campaña serán decisivos. Los sondeos avanzan una abstención superior al 20-D-incluso cinco puntos por encima- con lo que cualquier variación de voto puede decantar el resultado, en especial en aquellas circunscripciones en las que las diferencias por un escaño son mínimas.

El pacto entre Iglesias y Garzón ha alterado también lo que antes se entendía como 'voto útil' y que“tradicionalmente ha perjudicado a IU. “Ahora, por primera vez, el votante de este partido cree que su voto puede servir para algo”, observa Rodríguez."El sorpasso puede destrozar el sistema de partidos"

El PSOE debe encontrar aún un discurso potente, si no quiere verse arrollado por Iglesias y ser víctima del temible 'sorpasso'.

Las consecuencias van más allá de quién logre imponerse a quién. “Puede destrozar el sistema de partidos y con un sistema alterado, tendremos problemas”, advierte Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Pontificia Comillas ICADE. Pone como ejemplo Cataluña, con una Generalitat en manos de la CUP e incapaz de sacar adelante los Presupuestos.

Otra cosa es que el PSOE reedite la 'tragedia' del Pasok griego. “El bipartidismo ha sobrevivido a las elecciones del 20-D, y eso hay que destacarlo. En otros países, los partidos tradicionales se han derrumbado”, sostiene Rodríguez. Rico avisa: “España necesita un partido de centro izquierda que mantenga el eje. Si no, nos encaminamos a un Parlamento totalmente frentista”. Ciudadanos entra en el frentismo

Este nuevo escenario de “polarización” variará también el tono de Ciudadanos. Su discurso “ambivalente y tecnocrático” no funcionó el 20-D, destacan los expertos.

“Están intentando tener presencia, por eso se van a Venezuela. Han llegado a la conclusión de que con un discurso tecnocrático, de ambivalencia, no tendrán repercusión”, dice Rico. El partido de Rivera buscará así convertirse en la nueva alternativa al “populismo” de Podemos, como se advierte ya en los últimos ataques frontales del presidente 'naranja' a los dirigentes podemitas.

Uno de los errores de Ciudadanos fue, precisamente, contribuir a legitimar a Podemos. Una estrategia calculada por los de Iglesias y asumida como un error por Rivera.

“Ese buen rollo que hubo en campaña entre Iglesias y Rivera, en debates, en tertulias...Acercarse a Ciudadanos, hacía a Podemos parecer menos demonio. Ahora, no quieren volver a permitirlo. Pero ante una copia y un original, la gente tiende a quedarse con el original, y ese es el PP. Por eso, es difícil conseguir voto con esa estrategia”, añade Rodríguez.