Muy difícil un fraude generalizado en elecciones mexicanas, según expertos

  • La posibilidad de un "fraude generalizado" en los comicios del próximo domingo en México es muy difícil, pero no se descarta que se produzcan algunas irregularidades en la votación, coincidieron hoy varios expertos consultados por Efe.

México, 29 jun.- La posibilidad de un "fraude generalizado" en los comicios del próximo domingo en México es muy difícil, pero no se descarta que se produzcan algunas irregularidades en la votación, coincidieron hoy varios expertos consultados por Efe.

La mayoría de los analistas cree que el Instituto Federal Electoral (IFE) está mucho mejor preparado que en los últimos comicios para garantizar unas elecciones transparentes y limpias, si bien aún existen viejas prácticas de los partidos que buscan incidir en el sentido del voto por medio de dádivas.

Según los expertos, los partidos han puesto en marcha su maquinaria para movilizar el voto y se han dado condiciones desiguales de competencia, pero ello no quiere decir que se vaya a producir un fraude que involucre a servidores públicos y suponga quitar votos a un candidato para adjudicarlos a otros.

"Podemos estar frente a delitos electorales (la movilización de la maquinaria partidista ) o a campañas asimétricas o desiguales (el mayor apoyo de las televisoras a uno de los candidatos), pero no a un fraude propiamente dicho", dijo Luis Daniel Vázquez.

El analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) consideró que, no obstante, sí "hay un acceso y trato desigual por los medios a los candidatos", lo que "puede afectar la equidad de la contienda, aunque ahora fue menos pronunciado que en el 2006 gracias a la reforma electoral del 2007-2008".

El movimiento estudiantil Yo Soy 132 justamente surgió en mayo pasado, en plena campaña electoral, para denunciar la "manipulación mediática" en favor del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y favorito en las encuestas, Enrique Peña Nieto.

Además, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien figura en un segundo lugar, por una diferencia de al menos 10 puntos, cuestionó la imparcialidad de las autoridades electorales e incluso denunció la posibilidad de fraude.

Y es que el abanderado del Movimiento Progresista, una alianza de izquierdas, nunca reconoció su derrota por estrecho margen ante Felipe Calderón en 2006, pero esta vez firmó un pacto en el que se compromete a acatar los resultados.

"Nadie se animaría a decir que el presidente del IFE, Leonardo Valdés, o alguno de los consejeros, estén preparando un fraude. También es difícil decirlo en el caso de los presidentes de casillas," que en su mayoría son ciudadanos que están allí en calidad funcionarios, afirmó Vázquez.

El politólogo Rodrigo Salazar, también de FLACSO, coincidió en que ahora las instituciones electorales están más preparadas para "prevenir, evitar y sancionar la alteración deliberada de la votación", por lo que cree "muy difícil que se presente un fraude generalizado".

"Todo está muy puesto para tener la plena seguridad de que los resultados electorales oficiales correspondan plenamente con la voluntad de los electores", apuntó.

Si los partidos perciben algún hecho fraudulento pueden denunciarlo ante las autoridades electorales, que ahora reaccionan "muy rápido" ante las denuncias presentadas por los partidos, en contraste con lo que sucedía en el pasado, cuando era muy fácil que desecharan las quejas.

El propio órgano electoral reconoce que es un árbitro con más facultades y herramientas para actuar con "muchísima mayor agilidad para resolver los naturales conflictos que se generan durante las campañas electorales", en palabras de su titular, Leonardo Valdés.

De las 1.218 quejas presentadas hasta esta semana en el actual proceso, se han resuelto unas 815, mientras que en el 2006 el IFE solo resolvió 70 de un universo de poco más de 800 quejas.

Ahora la institución dispone de un máximo de cinco días desde que se admite formalmente una queja para que emita una resolución, lo que hace que el procedimiento sea expedito.

En opinión del intelectual Octavio Rodríguez Araujo, aunque se ha avanzado en materia electoral, "no hay certeza" de que serán unos comicios limpios porque el proceso no lo ha sido.

Aludió a la clonación de credenciales de elector y a la compra de votos vía la entrega de despensas en zonas pobres tanto rurales como urbanas, aunque admitió que si la diferencia entre el primero y el segundo lugar es muy grande, "será difícil de trucar las elecciones".

Para Ricardo Luévano, otro analista de FLACSO, "es prácticamente imposible que se cometa un fraude" en unos comicios en los que se prevé voten alrededor de 50 millones de mexicanos, de un padrón de casi 80 millones.

"Si se cumplen los resultados diferenciales entre el partido ganador y el segundo (5 puntos), serían necesarios 2,5 millones de votos manipulados" para cambiar la voluntad ciudadana, calculó, tras destacar que es mucho más barato el clientelismo que orquestar un fraude de esta magnitud.

De las 143.151 casillas que se instalarán en todo el país, en una de ellas habrá un solo representante de partido, en 46 habrá dos y en el resto habrá al menos tres, lo que permitirá a las fuerzas políticas vigilar el desarrollo de la jornada.

Además, habrá 31.401 observadores electorales mexicanos avalados por el IFE, así como 696 extranjeros, además de los millones de ciudadanos que han sido convocados a través de las redes y formaciones para permanecer vigilantes y denunciar cualquier irregularidad.

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