Nace en Colombia el primer sindicato de empleadas del hogar afrodescendientes

  • Un grupo de empleadas del hogar colombianas de origen afrodescendiente conformó el primer sindicato gremial de estas características en el país para exigir el fin de las extensas jornadas laborales sin prestaciones sociales, los contratos verbales y los bajos sueldos.

Bogotá, 3 abr.- Un grupo de empleadas del hogar colombianas de origen afrodescendiente conformó el primer sindicato gremial de estas características en el país para exigir el fin de las extensas jornadas laborales sin prestaciones sociales, los contratos verbales y los bajos sueldos.

La organización no gubernamental (ONG) Escuela Nacional Sindical informó hoy sobre la creación de este colectivo, que en su primer mes de vida ha logrado reunir a 28 trabajadoras domésticas afrocolombianas, en su mayoría desplazadas a Medellín desde el vecino departamento del Chocó (noroeste) por el conflicto armado.

Estas mujeres tienen posibilidades laborales limitadas al no tener estudios y pertenecer en el 88,1 % de los casos a los dos estratos sociales más bajos de los seis que hay en Colombia, según una encuesta realizada por la Corporación Carabantú de estudios afro entre 182 empleadas de raza negra en la ciudad de Medellín.

Este sindicato persigue que las trabajadoras domésticas tengan una prima de servicios pese a no pertenecer a unidades productivas que generen utilidades; normalizar las jornadas laborales que oscilan entre las 10 y las 18 horas diarias y de las que el 90,5 % no reciben pagos por el tiempo extra.

También exigen una inspección laboral en los hogares para los que trabajan, pues el 85,7 % tiene un contrato verbal que las hace sentir desprotegidas, reciben sueldos desde los 25 dólares hasta los 311 dólares, cantidades siempre inferiores al salario mínimo colombiano, y además no cuentan con garantías laborales.

Sólo el 33,3 % recibe cesantías (prestación social que contempla la legislación laboral colombiana y que busca proteger al trabajador que queda cesante), el 47,6 % tiene vacaciones y el 21,4 % está afiliado a pensiones.

Por eso exhortan el pago obligatorio de la seguridad social integral a las empleadas domésticas que trabajen por días en diferentes hogares, para que entre todos los empleadores la cubran.

Por último piden que el Estado presente informes periódicos a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el estado del empleo decente en las trabajadoras domésticas.

El 54,8 % de las mujeres consultadas reconocieron sentirse discriminadas en el trabajo por su color de piel.

La abogada Sandra Muñoz de la ENS afirmó que "la ventaja es que las 28 integrantes del sindicato son líderes entre las comunidades de mujeres negras en varias zonas de la ciudad. La idea es que cada una de ellas, en aras del crecimiento de la organización, venda la idea a otras mujeres en sus zonas y genere más afiliaciones".

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