Nadal y Tejerina chocan por la redacción de la futura ley de transición energética

  • El ministerio de Energía y el de Medio Ambiente manejan borradores, expertos y calendarios de forma separada.
Isabel García Tejerina y Álvaro Nadal en el Congreso.
Isabel García Tejerina y Álvaro Nadal en el Congreso.
EFE

La anunciada Ley de Transición Energética y Cambio Climático es la clave del futuro del país, según los expertos en economía y energía. La ley aún no existe, aunque los Ministerios de Energía y de Medio Ambiente preparan borradores. El problema es que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, y la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, manejan proyectos, comités de expertos y calendarios de aprobación distintos. La falta de coordinación hace temer a los partidos de oposición que la norma clave no vea la luz en esta legislatura.

En el Ministerio de Energía niegan que exista descoordinación. Al contrario, aseguran que sus planes pasan por presentar un proyecto de ley de forma coordinada con el Ministerio de Medio Ambiente una vez que la UE haya aprobado el denominado Paquete de Invierno -Directiva europea de Apoyo a las energías Renovables- que debaten el Parlamento Europeo, los Estados y la Comisión Europea.

Energía espera que el paquete esté aprobado en el primer semestre, con lo que, en el mejor de los casos, la presentación del proyecto de ley, el inicio de los trámites y los contactos con las fuerzas políticas no tendrían lugar hasta después del verano, muy avanzado el año. El Ministerio, según confirman fuentes del comité de 14 expertos que ha elaborado propuestas para la transición energética, así como fuentes parlamentarias, sólo ha dado un paso: enviar a la Comisión de Energía del Congreso el documento elaborado durante medio año.

Un mensaje diferente

Pero desde el Ministerio de Medio Ambiente  el mensaje es distinto. Tanto la secretaria de Estado de Energía María García Rodríguez, como la Directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulangui, han adelantado en comparencias públicas que existe ya un borrador de proyecto de ley que será enviado al Gobierno de forma inminente. Fuentes del departamento aseguran que el grupo técnico del grupo interministerial se reunió por última vez en noviembre y que se está cerrando un primer borrador.

Las posiciones descoordinadas de Energía y de Medio Ambiente son lógicas porque los dos departamentos han actuado y aún actúan por separado. El Ministerio de Medio Ambiente ha trabajado con aportaciones de múltiples sectores, mientras que el de Energía ha preferido un grupo escogido de especialistas. Todo muy alejado de las jornadas que ambos ministerios organizaron a finales de mayo de 2017, en las que reunieron a más de 400 expertos como fase previa al lanzamiento formal de la tramitación de la Ley.

Los partidos de oposición, que demandan acciones más concretas e inmediatas para combatir el cambio climático y apostar por las renovables -PSOE y Podemos-, son pesimistas. El secretario de Secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE, Hugo Morán, cree que el Ministerio de Medio Ambiente "se desliga" en sus acciones del Ministerio de Energía.

Tampoco Podemos es optimista sobre el futuro de la 'non nata' ley de transición energética. El diputado de Podemos y coportavoz de Equo, Juatxo López de Uralde destaca que a estas alturas "no hay borrador conocido del proyecto de ley y aunque los ministerios niegan descoordinación, es evidente que la hay". En opinión de López de Uralde "es muy difícil pensar que vaya a haber ley en esta legislatura".

Negociación y consenso

Será difícil porque la arquitectura normativa en la que piensa el equipo de Álvaro Nadal en Energía requiere negociación política y consenso. Algo que será cada vez más difícil a medida que se acerque la cita electoral y el fin de la legislatura.

Para el Ministerio de Energía, lo primero es que la UE establezca el marco en el que plantear la transición energética-el Paquete de Invierno- para después aprobar una ley de transición y de descarbonización que permita trabajar a los Gobiernos, sea cual sea su ideología. Sólo una vez consensuada la ley se aprobaría un Plan de Energía con medidas concretas decididas, estas sí, por el Ejecutivo.

La oposición quiere más acción. Fuentes socialistas explican que no hace falta esperar a las directivas de la UE, ya que España tiene firmados compromisos internacionales (Acuerdo de París) que son de obligado de cumplimiento. Reclaman anticipación. También lo hace la Fundación Renovables, en cuya opinión, el diseño de la transición energética en España debería ser sencillo. Con una condición, que el Ejecutivo piense en cambiar un modelo energético muy dependiente -por encima del 80% de importaciones- y también ineficiente.

La ley anunciada debe resolver, sobre todo, dos retos económicos y medioambientales: la eficiencia -qué hacer con edificios públicos y privados mal acondicionados- y el transporte, el sector responsable de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es la clave del arco del futuro y va con retraso. Su elaboración fue un mandato al Gobierno aprobado por el Congreso de los Diputados hace siete años. La ministra Tejerina anunció su próxima aprobación en la Cumbre del Clima de la ONU. Desde entonces han pasado casi dos años.

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