El PSOE se rebela ante el ascenso exprés de Calviño por su ideología "neoliberal"

  • Un sector del Gobierno y del partido critica el perfil de la ministra y algunas de sus recetas de futuro, como la mochila austriaca.
Nadia Calviño
Nadia Calviño

El anuncio estrella de Pedro Sánchez en el terreno económico con motivo del debate a cinco ha caído como una bomba en el seno del Gobierno en funciones y en una parte del PSOE. El hecho de que Nadia Calviño pueda convertirse en la futura vicepresidenta económica, con plenos poderes sobre todos los ministerio y departamentos del área, no ha gustado nada a un sector del socialismo que demanda otro tipo de perfiles y que considera que el enfriamiento de la economía debe ser abordado con medidas diferentes a las que plantea la que fuera candidata a dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si Sánchez logra ser investido no va a tener fácil encajar la pieza en el futuro Ejecutivo.

Que Calviño pueda convertirse en la nueva mandamás económica de un gobierno socialista levanta ampollas en la práctica totalidad de los ministerios del ramo. Diferentes fuentes del Gobierno explican que el anuncio sorpresa que hizo Sánchez (no lo había consultado con su Consejo de Ministros, según dicen) en la noche del lunes ha provocado malestar generalizado en los departamentos afectados. A saber, Hacienda, Trabajo, Industria y Transición Ecológica. Las fuentes consultadas lamentan que Calviño tendría un poder omnímodo sobre todos estos ministerios y acabaría con el equilibrio que ha imperado en el área económica del Gobierno desde la victoria en la moción de censura.

La ministra gallega ya preside la Comisión Delegada de Asuntos Económicos y tiene un poder importante en el área económica. Pero convertirse en vicepresidenta sería un premio que muchos no terminarían de entender. Creen que otros perfiles del PSOE -las fuentes consultadas citan los nombres de Manuel Escudero, actual embajador en la OCDE; Manuel de la Rocha, director del Departamento de Asuntos Económicos, o la propia María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones- encajarían mejor a nivel interno y que igualmente tendrían una capacidad reconocida de poder hacer frente a lo que se avecina.

En el PSOE se escuchan aún peores críticas hacia el movimiento anunciado por Sánchez. Cargos del partido y diputados no entienden el ascenso de una ministra de Economía a la que critican por sus "ideas neoliberales". Recuerdan enfrentamientos abiertos con la ministra Magdalena Valerio, a costa esencialmente de la Reforma Laboral. O una discrepancia pública más reciente con Podemos a costa de la mochila austriaca que obligó a Beatriz Corredor a intervenir. El problema de fondo es que Calviño defiende este sistema de capitalización individual (logró incluirlo en la olvidada Agenda del Cambio), pero sus opositores se oponen y así lo han manifestado tanto en público como en privado. Son dos ejemplos claros que demuestran que la elegida por Sánchez como mano derecha económica si lograr gobernar no genera grandes simpatías ni consenso en el ala más izquierdista del partido.

Este sector también pone de manifiesto las profundas divergencias que existen con Calviño a la hora de aplicar las recetas necesarias para abordar el enfriamiento de la economía que ya es una realidad. Creen que en España hace falta una transformación radical que ataje la desigualdad y no una persona que defienda medidas que plantean ajustar, esencialmente en el terreno del empleo. "Hacen falta políticas públicas que estimulen la economía, más si cabe cuando no hay viento de cola", defienden desde este sector críticos con la ministra de Economía.

Recuerdan, además, que Calviño tiene la vista puesta en Europa y dicen que el Gobierno es para ella algo temporal. Ponen el ejemplo de su candidatura fallida a dirigir el FMI o el hecho de que haya rechazado en dos ocasiones presentarse en las listas del PSOE a las elecciones del 28-A y el 10-N. "No se quiere mojar con el partido para mantener su independencia de cara a un puesto en la UE", aseguran. 

Entre algunos miembros del Gobierno, en los segundos niveles, se hablaba ayer que si Calviño acaba siendo vicepresidenta económica supondría que los Técnicos Comerciales del Estado (los 'tecos') pasarían a controlar la política económica y tendrían supervisión sobre los organismos reculadores, desde el Banco de España hasta la Airef. Ello, aseguran los críticos, haría imposible que en el país se abordaran las reformas pendiente. Recuerdan la etapa perdida con Pedro Solbes en el mismo cargo reservado para Calviño.

Tampoco ha pasado desapercibido en el PSOE que el anuncio haya sido realizado por el presidente del Gobierno en un momento especialmente delicado para el 'alter ego' de Calviño en el Ejecutivo: María Jesús Montero. La ministra de Hacienda tiene pendiente este jueves un debate de mujeres que ya, de partida, le presenta en una situación de debilidad, interpretan. "¿Por qué no va Calviño al último debate?", se pregunta. Lo cierto es que la gallega está interviniendo en esta campaña en un mayor número de actos que en la anterior, pero tampoco está siendo en primeras plazas.

Ibex y CEOE se deshacen en elogios

Sánchez se trajo a Calviño de Bruselas con el objetivo de convencer a los mercados. Y lo ha conseguido. Empresarios, fondos de inversión y actores económicos se deshacen en elogios hacia una ministra de Economía que el presidente siempre ha cuidado especialmente. Es la principal interlocutora con el Ibex y también con la CEOE. Además, sabe moverse bien en Bruselas (aunque algún crítico destaca que su cargo en la Comisión no era de primer nivel: era directora general de Presupuestos).

Habla bien idiomas y se desenvuelve con soltura en ambientes complicados. Sus defensores remarcan dos casos recientes: las entrevistas em medios anglosajones que sirven al Gobierno para posicionarse ante los mercados. O la Conferencia Internacional de Banca 2019, celebrada ayer en la sede del Banco Santander. Dicen que Calviño "lo bordó".

Podemos y Más País no quieren a Calviño

La elección de Calviño también ha generado rechazo entre los hipotéticos socios de Pedro Sánchez en el espectro de la izquierda, informa Jesús Travieso. Tanto en Unidas Podemos como en Más País consideran el futuro ascenso de la actual ministra de Economía como "un giro a la derecha", como aseguran varias fuentes consultadas. Lo que busca el líder socialista con este movimiento es, según estas mismas fuentes, "lograr el apoyo de PP y Cs para una investidura". "Es un guiño claro a la derecha económica y a sus poderes. Está claro que Sánchez va a mirar a ese lado y no al nuestro", añaden. Además, apuntan que su objetivo ahora es "imitar la tercera vía de Tony Blair, apostando por ese socioliberalismo en lugar de por refundar la socialdemocracia".

Según señalan desde Unidas Podemos, "Calviño es un ministra que se sentiría cómoda tanto con el PP como con Ciudadanos", incidiendo en que si fuera vicepresidenta "se da más peso a la ortodoxia, eligiendo a quien dificultó el acuerdo para regular el mercado del alquiler". Otro de los motivos del rechazo es la apuesta de la ministra en funciones por la mochila austriaca para el modelo laboral, ya que "la plantea de una manera que no funciona así ni en Austria, ya que descarta que la carga de la misma recaiga sobre las empresas y sí sobre los trabajadores". Las fuentes consultadas de la formación de Pablo Iglesias contraponen el perfil de Calviño al de María Jesús Montero, "con la que llegamos a un acuerdo presupuestario en el que todos nos sentíamos cómodos". Algo que no ocurría con el Ministerio de Economía, "con quien siempre hubo desencuentros".

Desde Más País, varias fuentes enmarcan la elección de Calviño como un "error" y un "rechazo a la política económica progresista". "La apuesta es llegar al voto de centro derecha, sin duda se acerca más a PP y a Cs que a nuestras posiciones", insisten. Otra de las críticas que lanzan ambas formaciones es que el presidente en funciones "haga anuncios de ministerios cuando no está claro si podrá gobernar, ya que Pablo Casado está cerca". "Hay que esperar a los resultados antes de ser temerarios. Y eso determinará lo que podamos influir o no en las distintas carteras", señalan las mismas fuentes del partido de Íñigo Errejón.

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